Fotografía oficial de la SS de Josef Menguele, tomada en algún momento antes de 1945
Durante la Segunda Guerra Mundial, Mengele fue
destinado a la reserva del cuerpo de médicos. Nunca quiso ser médico para
"curar" si no para investigar.
En 1942, fue herido en una pierna y
declarado no apto para el combate por lo que se le destinó al campo de concentración
de Auschwitz como oficial médico. Allí se ganaría el nombre de "Ángel de
la muerte" porque era el que decidía, una vez que llegaban los
prisioneros, quién iba a la cámara de gas y quién moría lentamente en los
barracones.
Selección de presos en
Auschwitz II-Birkenau (mayo-junio de 1944). Los que se enviaban a la
derecha eran asignados a trabajos forzados, los de la izquierda iban a
las cámaras de gas.
En una fila a la derecha situaba a
ancianos, enfermos, mujeres embarazadas y niños pequeños que iban derechos a la
cámara de gas.
En otra fila a la izquierda colocaba a
aquellos que podían realizar trabajos forzados.
Al principio mandaba a las madres a la
cámara de gas y los bebés se usaban como combustible para los hornos. Después
cambió de opinión y empezó a experimentar con ellos. Cuando una mujer daba a
luz, la vendaba los pechos para que no pudiera amamantar y de esta forma
calculaba cuánto tiempo tardaba en morir el bebé.
Los testigos lo recuerdan gritando "
Zwilligen", gemelos, cuando encontraba a sus víctimas que pasarían
inmediatamente a ser conejillos de indias.
Se dice que llegó a experimentar con 1500
pares de gemelos, de los que sobrevivieron 200. O bien morían durante los
experimentos o eran sacrificados para estudiarlos.
Su mayor fuente de estudio eran las
autopsias que eran de dos tipos: la necropsia y las vivisecciones.
No utilizaba anestesia ni analgesia en las
operaciones por lo que sus víctimas morían, o bien en la mesa de operaciones, o
posteriormente de gangrena o alguna otra infección.
En sus experimentos con gemelos, inyectaba
productos químicos en los ojos para ver su cambiaban de color, inoculaba virus
y bacterias e incluso intentó fabricar siameses cosiéndolos.
Gemelos judíos mantenidos
con vida para ser usados en los experimentos de Mengele. Estos niños
fueron liberados de Auschwitz por el Ejército Rojo en enero de 1945.
Diez días antes de la entrada de las
tropas rusas en Auschwitz, Mengele huyó.
Con un pasaporte falso pasó a Génova y en
1947 huyó a Sudamérica asentándose en Buenos Aires. No le hizo falta cambiarse
de nombre dado que allí su familia tenía una empresa de fabricación de
maquinaria agrícola y gracias a eso pudo vivir con todas las comodidades.
Pasaporte italiano usado por Mengele para entrar en Argentina
No fue hasta los años 60 cuando su nombre
figuró entre los criminales de guerra más buscados.
Mengele murió el 7 de Febrero de 1979
ahogado. La versión oficial dice que se golpeó la cabeza con un madero nadando
en la playa. Lo curioso es que Mengele no sabía nadar.
En 1983 fueron exhumados sus restos, y se
le identificó por sus incisivos superiores particularmente separados. En 1992
se confirmó la identificación con análisis de ADN.
Josef Mengele (1911-1979), oficial de la SS alemán. Foto tomada por un fotógrafo de la policía en 1956 en Buenos Aires para el documento de identidad argentino del mismo.
Mengele quedó impune de sus crímenes.
Entre los gemelos supervivientes está Eva Moses Kor, que relata:
“Cuando el tren se detuvo, escuchamos a
muchos nazis dando órdenes afuera. Envolviendo al campo había enormes muros con
alambres de púas. Todo allí era de un color tétrico. Uno debía obedecer
inmediatamente las órdenes o moría. Debía ser instantáneo, como un flash. Ello
decidiría entre la vida en el campo o la muerte en las cámaras de gas. Mi madre
nos sostenía a mí y a Miriam, mi hermana gemela de las manos. Nosotras nos
quedamos congeladas en ese lugar. Mi madre no nos soltó. Mi padre y mis otros
hermanos desaparecieron en la multitud, y jamás los volvimos a ver… De pronto,
apareció Mengele gritando en alemán “¡zwillingen, zwillingen!”, es decir
“¡gemelos, gemelos!”. Se detuvo frente a nosotras y mirándonos a mi hermana y a
mí, preguntó si éramos gemelas. Mi madre no sabía qué decir; sólo atinó a
preguntar: “¿es eso bueno?” Allí, un oficial SS ordenó: “¡responda por sí o no!”.
Y mi pobre madre dijo “sí, son gemelas”. Mi madre fue enviada en una dirección,
y nosotras en la dirección opuesta. Cuando me di vuelta, la vi por última vez,
extendiendo sus brazos hacia nosotras…“
Bloque 10, el pabellón «médico» de Mengele en Auschwitz.
La raza humana, tan capaz de crear y de
destruir a partes iguales. Tan enferma y tan indigna en muchas ocasiones.
Quizás todavía no hemos llegado al límite de nuestras posibilidades, puede que
seamos capaces de crear más horror si cabe en esta vida que nos ha tocado
vivir. Lo que es bien cierto es que, de entre todas las especies vivas, el ser
humano es la peor de todas.
Un articulo de Vuelo de Cuervos
Fotografías: The Clinc y Wikipedia
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