viernes, 29 de septiembre de 2023

Serendipity

Los días pasaban y seguía teniendo ese peso en su pecho que cada vez se hacía más y más grande. Desde que había terminado el asunto con Adriel no habían hablado, ni se habían visto más. Aun a veces esperaba a que entrara por la puerta y le costaba saber que no lo iba a hacer. No entendía como podía haberse acostumbrado a su presencia tan rápido y que ahora extrañara que fueran y hablaban mientras la ayudaba con los arreglos florales.

Muchas veces también se sorprendía mirando el teléfono móvil esperando a que le llegara un mensaje de él, incluso pensando que debería escribirle para preguntarle como estaba, pero desechaba esa idea cuando recordaba que para el solo era un trabajo y que ella había sido la que lo había contratado.

Para no ser grosera, ella había seguido quedando de vez en cuando con Margaret y le era difícil después de un mes y medio ponerle escusas para que no la descubriera en una mentira con respecto a porque cuando quedaban no iba nunca Adriel. Siempre que Margaret lo llamaba, él no descolgaba nunca el teléfono, lo cual era bastante ventajoso para ella.

En muchas ocasiones se preguntaba si él la echaba tanto de mejor como lo hacía ella, pero su pregunta se respondía con unas sencillas palabras, ella era trabajo, él nunca echaría de menos a alguien como ella, una clienta.

Aquel día era uno cualquiera de aquellos fines de semana, Margaret había insistido en quedar con ella para ir a una cafetería. No entendía porque ella seguía queriendo salir en su compañía, se la pasaba criticando a sus amigas y, seguramente cuando salía con ellas, la criticarían a ella. Ella nunca le contaba nada de su vida personal, ni nada que pudiera usar en su contra para calumniarla, no era tonta y sabía que Margaret querría encontrar cualquier cosa que pudiera hacerle daño.

 Adina.

Aquella voz hizo que un escalofrío le recorriera la espalda. Al buscar de dónde venía, pudo ver a una pequeña de unos dos años corriendo rápido y riéndose fuerte mientras era perseguida por él, Adriel. Tanto Margaret como Liv se habían quedado sin habla, solo mirando, la pequeña se escondió detrás de Liv y al levantar la vista, Adriel se sorprendió al ver a Liv y a su hermanastra. El joven tomó a la pequeña, llamada Adina en brazos. 

 ¿Quién es la renacuaja? Preguntó casi con asco.

 No es una renacuaja, no has oído que se llama Adina Contestó Liv poniéndose al lado de Adriel sonriendo a la pequeña, porque la expresión que él tenía era de querer decirle muchas cosas, pero no pudiendo porque estaba la pequeña. ¿Te vienes conmigo pequeña? Voy a ir a comprar algo de merienda.

Ella mira a Adriel y con un solo asentimiento por parte de él pudo extenderle los brazos a Liv. Ella tomó a la pequeña en sus brazos y comenzó a caminar para dirigirse a una tienda que había cerca del parque. Al mirar hacia atrás, los podía ver discutir y, sabía, por la expresión de Adriel que lo que le estaba diciendo no era nada amigable.

Entraron en la tienda, para mayor comodidad dejó a la pequeña en el suelo y la tomó de la mano. Caminaron hacia la zona de merienda.

 Puedes tomar lo que quieras La pequeña abrió los ojos ilusionada.

Ella buscó en los estantes y tomó una cajita de galletas y la llevó hasta la mayor corriendo mientras que sonreía. Al verla así lo supo, era hija de Adriel, se parecía demasiado a él.

 Vamos a pagar esto.

Adina agarró la caja con uno de sus bracitos, el otro lo alzó para tomarla de la mano y caminaron hacia las cajas para pagar. Al salir Adriel las estaba esperando y, aunque tenía cara de pocos amigos, su expresión cambió al ver a la pequeña. Tuvieron una pequeña conversación en la que la pequeña le enseñaba la caja y eso solo le pareció lo más entrañable del mundo.

Comenzaron a caminar de nuevo al parque. Antes de poder llegar a este, empezó a llover, al principio solo pequeñas gotas, pero pronto empezó a caer un chaparrón.

 Sígueme. El tono de Adriel fue urgente.

Así se vieron corriendo bajo la lluvia para llegar a un lugar donde no se mojasen. Llegaron a un portal, el cual Adriel abrió con la llave. Una vez abierta le hizo un gesto con la cabeza para que entrase, subieron en el ascensor. Pararon en la última planta y recorrieron el pasillo y antes de llegar ella a su altura abrió la puerta dejándola entrar.

La lluvia golpeaba las ventanas con furia.

 ¿Me ayudas a cerrar las persianas?

La joven asintió, por lo que mientras que ella cerraba las del salón, él fue a cerrar las de las habitaciones. Al volver llevaba ropa en las manos.

 Toma, para que te pongas ropa seca.

En el montón había una prenda de topa interior en una bolsita, lo que significaba que no se había utilizado. Ella le dio las gracias. Adriel le indicó donde estaba el baño. Mientras iba a cambiarse ella supuso que el había ido a hacer lo mismo y a cambiar a la niña, la cual nada más llegar había ido a la cocina a dejar la cajita de galletas que, como era obvio estaba empapada.

Ni en sus mejores sueños se había imaginado que ese día iba a volver a encontrarse a Adriel después de más de un mes y medio sin haber hablado nada, no era tampoco que en ese momento hubieran hablado, solo habían cruzado palabras, pero ya era más de lo que habían hecho en ese tiempo.

Curiosamente, no le había sorprendido tanto el porque había dejado de hacer encargos que no fueran de acompañante, ya que al tener una hija todo le había encajado.

Continuara…

lunes, 25 de septiembre de 2023

¡Un nuevo miembro se une a la familia de los cuervos!

Hace apenas unas semanas comenzamos una nueva temporada en Vuelo de Cuervos, lo hicimos con energías renovadas por parte de todos los miembros que lo componemos, tantas, que decidimos abrir una convocatoria para una antología tras más de tres años sin hacerlo. Y puedo deciros que estamos muy ilusionados con el proyecto, esperamos ofreceros una obra de calidad como las que os ofrecimos en el pasado, por ahora vamos recibiendo relatos y estamos deseando empezar a leerlos. Por supuesto, como las anteriores podréis disfrutar de esta antología de manera gratuita desde la plataforma de Lektu.

No obstante, si estáis leyendo estas líneas es porque tenemos que anunciar una importante novedad, que como imaginaréis al leer el encabezado de esta publicación, es que tenemos un nuevo cuervo en la familia. Una persona que viene con mucha ilusión y ganas de aportar su granito de arena al equipo y, sobre todo, de ofrecernos a todos sus amplios talentos artísticos y creativos, porque esta persona sabe manejarse en diferentes campos. Sin más dilación, tengo el honor de presentaros a nuestro último fichaje:

Victoria Sastre Sastre

Victoria es una fantástica dibujante e ilustradora con un estilo muy definido y particular y, que al mismo tiempo, también es una escritora de cuentos y de poemas. Apasionada de las temáticas del movimiento Romántico y Gótico. Ella ha realizado varias exposiciones donde ha expuesto sus obras de artes y ha participado en varios proyectos literarios, siendo algunos de estos recogidos en diferentes antologías de relatos. Por eso creemos y confiamos que estaréis satisfechos con sus publicaciones que irán llegando poco a poco en las próximas semanas.

Y para concluir, solo queda darle la bienvenida a Victoria, que desde ahora eres un cuervo más. Confío que te sientas a gusto en esta gran familia y que disfrutes con tu trabajo en el blog y este te abra diferentes puertas 

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Jesús Mesado Sánchez

viernes, 22 de septiembre de 2023

Cuerviarios 3: Baki Hanma «Baki, el hijo del ogro»

Baki Hanma «Baki, el hijo del ogro»

SINOPSIS:

Después de 18 años de ardua lucha y de llevar su cuerpo más allá de sus límites naturales, Baki Hanma está casi listo para enfrentarse a su padre, Yujiro en una batalla final. Desafiando públicamente a su padre a un combate de revancha por el título de «El más fuerte del mundo», Baki se propone entrenar aún más. Su objetivo son los pocos hombres que se dice que tienen un poder comparable al de Yujiro, entre ellos el cazar recompensas  «Unchained» Biscuit Olivia y un humano prehistórico llamado Pickle, revivido de la era mesozoica. El demoníaco Yujiro supervisa el entrenamiento de su hijo con una creciente expectación. El «Ogro» ve a Baki como poco más que una sabrosa comida que se está marinando para devorarla.

Sin embargo, Yujiro vive en soledad en la cima de la montaña de la fuerza. Anhela que surja un luchador y demuestre ser un digno oponente capaz de desafiarlo. A pesar de ver a su hijo como algo patético, Yujiro no puede evitar tener la esperanza de que sea él quien le proporcione la emoción de un combate igualado, algo que ha anhelado durante mucho tiempo. Mientras Baki intenta comprender el monstruoso legado de su padre, Yujiro comienza a aceptar sus verdaderos sentimientos hacia su hijo. Los dos Hanmas se acercan cada vez más a su enfrentamiento culminante para decidir quién verdaderamente  «es el más fuerte del mundo».

FICHA TÉCNICA:

Título original: Baki Hanma «Baki: el hijo del ogro»
Año: 2023
País: Japón
Género: Shōnen y acción
Duración: 39 Capítulos (12 capítulos en la primera temporada y 27 de la segunda temporada)
Dirección: Toshiki Hirano
Producción: Tatsuhiko Urahata, Fujio Suzuki y Shingo Ishikawa
Guión: Keisuke Itagaki
Música: Tatsuhiko Urahata
Fotografía: Fujio Suzuki
Protagonistas: Nobunaga Shimazaki, Akio Otsuka, Kenji Nojima y Hochu Otsuka
Distribuidora: Netflix (América, Asia y Europa.)

RESEÑA:

«Baki: el hijo del ogr

«El cuerpo como una máquina de espejos y sombras.»

«Que desgracia es para un hombre envejecer sin haber conocido la belleza y fuerza de la que su cuerpo es capaz.»

    Sócrates

El cuerpo es un elemento narrativo que de manera histórica se ha utilizado para embellecer y dar forma a aquellas imágenes que pueden parecer difusas en un texto literario: sea este poético, de teatro, ficción u otro que se derrame en el vaso que llena la literatura y nos lleva a una elevación más precisa y nos permite engullir de manera estética todo trabajo literario.

Cuando el cuerpo es utilizado en la literatura hay partes de este que sobresalen de tal forma que, se requiera muchas veces dar algunas pistas o detalles de lo que estamos viendo para que las imágenes que nos puedan surgir al momento de la lectura llenen correctamente el espacio en ese momento y dejen en el lector un impacto brutal y hermoso, que colisione directamente con el manjar literario que se está degustando.

Así es, creo yo, el anime/manga «Baki: el hijo del ogro» del artista japonés Keisuke Itagaki. Una serie que por su exquisitez narrativa, sus elementos y hechos históricos bien podría estar a la altura de un cuento japonés sobre la guerra de los samurái o incluso, una novela negra del siglo veinte en este lado del globo terráqueo. Baki nos cuenta con precisión, la historia de un cúmulo importante de hombres que se decantaron por llevar su cuerpo y un determinado arte marcial a niveles en los que parece imposible para un humano corriente. La historia nos condensa en cada capítulo la figura del cuerpo y explota la voz omnisciente de la narrativa de forma bastante notable, tanto así que, los diálogos sean estos en el aire o para definir un hecho, se vuelven parte del tiempo y espacio que el autor logra evolucionar en el momento que su obra está en el punto de ebullición más significativo.

[El cuerpo en la morgue]

Cuando hablamos de llevar el cuerpo a una expresión de semidiós, hemos de pensar que, la evolución de este tiene que ser exhaustiva, entrenamiento constante, concentración absoluta y dedicación diaria a seguir este objetivo y para esto el autor nos muestra los regímenes a los que sus personajes son sometidos con tal de cumplir su propósito. Es aquí cuando surge el viaje a la morgue en el que Keisuke Itagaki desprende metáforas filosóficas, religiosas y literarias para ese brutal camino. Sabemos que cuando el cuerpo viaja a la morgue es porque ha pasado a una elevación diferente, el alma ha viajado a otra parte de lo ignoto y el caparazón pasa por un proceso de limpieza que lo deja casi como nuevo y listo para emprender ese camino que viene a ser el primer paso para convertirse en un ser diferente.

[Destruir para construir]

A lo antes mencionado debemos agregar que en la morgue no existe la muerte física como tal, es más bien el desprendimiento de cada placer de esta tierra que vuelve al hombre posmoderno un esclavo de la rutina y una máquina que reproduce lo que el mundo le arroja en la cara y decide tragarlo. Keisuke Itagaki en su obra nos permite recorrer senderos que nos alejan de lo burdo y lo banal que no nos deja explotar toda la virtud que habita en nuestro interior.


[Forjando con los martillos de lo inefable]

Si bien es cierto que, la idea de destruir para construir nos recuerda a las metáforas de la teogonía del filósofo griego Hesíodo en la serie «Baki: el hijo del ogro» toma un contexto diferente puesto que, el mangaka nos guía hacia un proceso de destrucción consciente, sabiendo que en la narrativa es posible rescatar algunos hábitos y tácticas de supervivencia. Entonces nos surge una luz que alimenta este recorrido; el martillo de lo inefable un instrumento al que Keisuke Itagaki recurre de manera constante y con el que le muestra a sus personajes que es posible seguir destruyendo y construyendo, desgarrando y sanando, una rutina brutal a la que se deben someter hasta convertirse en los hombres más fuertes del mundo tanto física, como intelectualmente.

[Puliendo con cinceles literarios]

En «Baki: el hijo del ogro» el autor también nos permite recorrer la literatura de los diferentes artes marciales que existen en el mundo, así mismo tratar de que esta se conecte con el cuerpo del artista marcial para que no existan lagunas en su desarrollo como luchador y quede en evidencia que tanto el cuerpo como el intelecto deben ir de la mano, de no ser así, solo se está creando una abominación que se dejará llevar por lo carnal y cotidiano. Keisuke Itagaki es consciente de que no todos sus personajes seguirán al pie de la letra este mandato, entonces nos muestra lo terriblemente atroces que pueden ser los hombres que se desvían en la mitad del camino y deciden digerir basura y con ello hacer de su santuario un lugar para glorificar el pecado y evocar el desenfreno.

 

[Temple de espejos y sombras]

La espada que se quiebra no es de acero y el hombre que se rinde, debe hacer una pausa para revisar su decálogo antes de tomar la decisión que pueda cambiar su vida por lo que le resta. Con esta idea de no quebrarse y seguir blandiendo en medio del trayecto, el mangaka Keisuke Itagaki en su obra nos deja la moraleja de constancia y vigencia en lo que se hace, es por eso que nos transmite la necesidad de cultivar la fuerza y el intelecto con la misma intensidad y nos deja entrever que quien falla a alguno de estos planteamientos debería renunciar al camino que ha tomado porque su vida será un espejo lleno de falencias y sombras.

[El pergamino de la fuerza y la sabiduría]

Si bien es cierto que el mangaka nos permite deambular entre la brutalidad de la fuerza y la serenidad de la literatura, también hay que destacar hechos importantes como la vida de sus personajes antes de ser unas máquinas de guerra, es decir el legado que se les entregó para llevar cierto arte marcial o expresión de combate a un nivel monstruoso y en la serie observamos que todo esto es posible por el conocimiento que se les ha transmitido a través de los años y claro está por la tenacidad con la que decidieron asumir su camino hasta moldearlo en un pergamino de fuerza y completa sabiduría.

[Perforación sin retorno]

En «Baki: el hijo del ogro» una vez los personajes alcanzan el nivel de racionalidad notable les espera un ciclo interminable de batallas para probar cuál arte y artista marcial ha alcanzado el desarrollo más adaptable a la posmodernidad y que pueda prevalecer con su estilo a lo largo de los años sin dejar de por medio; que se debe entrenar la mente y el cuerpo hasta que la señora de velo negro toque a la puerta y decida llevarlos a emprender otro viaje, con otras bestias, en otros caminos, contra otros potentes luchadores, entrando así en un bucle sin retorno en la insoportable eternidad.

Fuentes: Revista Hush (Cultura Geek) Netflix y Wikipedia
Fotos: Revista Hush (Cultura Geek), Gaming Guardian, CinemArt Magazine y Shonem Jump

Reseña escrita por Omar Cruz

viernes, 15 de septiembre de 2023

La Pluma del Cuervo 13: Los muertos no mienten (Stephen Spotswood)

SINOPSIS:

En el Nueva York de principios de los años cuarenta, una detective privada y su peculiar ayudante, tratan de resolver los crímenes más insólitos.

Desde hace tres años Willowjean Parker es la asistente de la famosa detective Lillian Pentecost. Will escapó de su casa cuando era todavía una niña y se enroló en un circo donde aprendió de todo. Lillian, enferma de esclerosis, coincidió con ella en una de sus investigaciones y le ofreció ser su asistente.

Ahora, Will y Lillian se enfrentan a la investigación de la muerte de Abigail Collins, la viuda de uno de los magnates de la ciudad que ha amasado una fortuna gracias a la venta de armamento en la reciente contienda europea. Pero esta no será una investigación cualquiera y las vidas de Will y Lillian sufrirán las consecuencias. ¿Saldrá indemne su relación? ¿Y su corazón?

FICHA TECNICA:

Autor: Stephen Spotwood
Titulo:
Los muertos no mienten
Editorial: EDICIONES B
Nº de páginas: 400 páginas
Idioma: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
Año de edición: 2021
Plaza de edición: ES
Traductor: Laura Paredes Lascorz
Fecha de lanzamiento: 18/02/2021
Dimensiones: Alto: 22.9 cm / Ancho: 15.4 cm / Grueso: 3 cm
Peso: 520 gr
ISBN: 9788466668774

RESEÑA:

Buenas, mis queridos cuervos. ¿Como estáis? Yo comienzo Septiembre con un gran sabor de boca, puesto que el «Agosto negro» fue de lujo y, de eso precisamente, quería hablaros hoy. Esta reseña va de una novela que no solo cumple las premisas de ese mes, sino que también hizo mi verano mucho más agradable. Y que mejor, que una historia con crímenes, misterio y un par de detectives. No se puede pedir más, ¿verdad? No obstante, vayamos paso a paso.

La historia está narrada por Will (Willowjean Parket), la ayudante de la gran detective, comienza contando cómo la conoció y terminó trabajando para ella, pasando de ser una joven muchacha circense a una detective. En el libro se nos relata todo este proceso de cambio con naturalidad, sin forzar nada y atrayendo la atención del lector. Y, por otro lado, tenemos Lilian Pentecost, la archiconocida detective que goza de una gran fama, pero también de una enfermedad que hace que necesite con urgencia a una compañera.

Despacio pero de manera muy fluida nos van contando sus quehaceres diarios. Hasta que un día tienen una cita con una familia adinerada, que, con la más absoluta discreción, las contratan para investigar la muerte de la señora Collins. Un trágico suceso que sucede en unas extrañas circunstancias, donde se ven involucrados: una pitonisa, los trabajadores de la gran empresa y ciertas personas de gran misterio, componiendo todo un rompecabezas. Todo esto complementado con una historia de amor de lo más inusual. En otras palabras, en esta obra encontraremos: misterio, acción y amor. Por suerte, este no es ese típico amor pasteloso que vemos en muchas películas, que no se vosotros, pero yo no soporto. En cambio, aquí tiene el toque justo para que disfrutemos de un más que interesante romance. Y poco más puedo decir, porque si tiro más de la lengua acabaría destripando el final, que ya os aviso, no veréis venir para nada. Por esa razón, os recomiendo esta bonita e interesante novela, sobre todo si os gustan las historias de detectives. Felices lecturas.

SOBRE EL AUTOR:

STEPHEN SPOTSWOOD es guionista, periodista y profesor. Como periodista, ha investigado y publicado sobre las guerras de Irak y Afganistán. Vive en Washington, D.C. con su mujer. Los muertos no mienten es su primera novela.

REDES SOCIALES DE STEPHEN SPOTSWOOD:
Twitter:
 @playwrightsteve
Instagram: @playwrightsteve

Fuentes: La Casa del Libro (Sinopsis y Biografía del autor)
Fotos: La Casa del Libro (Portada) y stephenspotswood.com (Autor)

Reseña escrita por Miriam Ojeda Portero