Durante unos minutos,
ambos quedaron en silencio. Él no sabía si continuar hablando sobre ello o
dejar que ella le contara con total libertad sobre aquello. No quería
presionarla, porque, aunque según ella lo recordase todo, quizás tenía una
parte que no recordara y eso le ocasionara algún tipo de malestar.
⸺Bueno,
no fue duro en realidad ⸺escuchó decir el
muchacho mientras que ambos aún se miraban a los ojos⸺.
Es decir, si hay algo que no recuerdo no sé que es, porque no lo recuerdo y no
tengo la sensación de haber olvidado nada. Recordé todo.
Ambos se quedaron
callados una vez terminaron de decir eso, ella pensativa y el consternado. Él
había escuchado algo que lo había dejado un poco en fuera de juego no sabiendo
como responder a ello o como reaccionar adecuadamente. Desde la perspectiva de
la joven podía ver que había algo que lo estaba perturbando de alguna manera
que en esos momentos no podía comprender y que no sabía si debía preguntar.
Ella se había dado cuenta de que él era bastante reservado a la hora de contar
cosas sobre su vida privada y no quería que si lo que le perturbaba era de su
vida privada al preguntar se molestase.
⸺Durante
un tiempo tuve esa sensación de que había algo que no recordaba, pero si no lo
logré recordar, ya es imposible. Quizás pienses que no me importa eso que he
olvidado, pero no puedo estar afectada por algo que no voy a poder recuperar,
eso al final va a afectarme más y e iba a hacer que mi recuperación fuera peor.
⸺Si,
lo comprendo, las cuestiones cerebrales son complicadas.
Aquello fue lo único
que dijo Adriel con respecto al tema y no sabía porque en esas palabras ella
había notado un pequeño deje de tristeza que no había entendido por completo.
Era obvio que era una situación triste, no lo negaba, pero no podía identificar
qué era lo que le hacía sentir tristeza, no era algo que el pudiera controlar o
de lo que tuviera la culpa.
Cambiaron el tema de
conversación, a uno algo más alegre y trivial. Ella había tomado la iniciativa
sobre ello, porque una clase de instinto desconocido para ella le había hecho
querer alegrarle y que dejara de pensar en eso que le había entristecido. Era
agradable tener una conversación con alguien que aparte de entenderte era
interesante, pese a estar hablando sobre algo completamente trivial.
⸺Yo
todos los años desde que faltó la madre de Adina, le hago el pastel que ella le
hacía, aprendí viéndola prepararlo y a ensayo y error. Ella hacía la receta de
memoria y saber el orden de verter los productos, pero no saber que cantidades
era difícil ⸺explica Adriel mientras que mira a la
mujer sentada frente a él con una media sonrisa en el rostro⸺.
Fue divertido adivinarlo, porque ella siempre decía que era su receta secreta y
que nunca nadie sabría donde la tenía guardada.
Se notaba que se había
puesto nostálgico, ya que en sus ojos parecía estar rememorando esa bonita
escena de la que estaba hablando y su tono de voz nostálgico lo acompañaba. No
lo había escuchado hablar de ella casi nada en todo el tiempo que se conocían,
al principió lo entendió porque al fin y al cabo eran desconocidos, pero se
habían hecho más cercanos desde que se habían reencontrado, pero cuando le
habló de ella apenas mencionó nada y ella no le iba a preguntar que le había
pasado. Adriel siempre decía que ella se había marchado, pero en el sentido
metafórico de la palabra o en el sentido literal, sinceramente, tampoco se
atrevía a preguntar.
⸺Al
menos disfrutaste la recompensa después de tanto esfuerzo que fue hacer feliz a
la pequeña Adina, eso es lo único importante. ⸺Las
palabras de ella no lo sorprendieron en lo absoluto.
Después de la cena a la
que él le invitó, se subieron a la moto para ir a casa de ella y, así una vez
aparcara, ahí dar un paseo por un parque cercano. Él había insistido en
invitarla, porque para él era como una especie de compensación por como lo
había defendido frente a su familia, él sabía que ella tenía ese carácter, pero
no esperaba que lo sacara precisamente en ese momento. Ella siempre era capaz
de sorprenderlo aún más, nunca lo había decepcionado en ese sentido.
»»————- ♡ -————««
Al llegar, por
ofrecimiento de ella dejaron la moto en el garaje en el que no le pasaría nada
y no tendrían que ir cargando con el casco. Salieron caminando de allí, las
calles seguían completamente iluminadas y las personas seguían transitándolas,
no eran igual de transitadas que durante el día, pero aún no era tarde y seguía
habiendo personas que iban y venían, le sorprendía bastante debido a que era mediados
de otoño y la bajada de temperaturas cuando empezaba a anochecer era notable.
Mientras caminaban
hacia el parque iban charlando sobre sus trabajos más graciosos, pero
intentaban no reírse muy fuerte para no molestar a nadie.
⸺Recuerdo
a una novia lunática, que me pidió unos cetros y unos arreglos florales que
cuando estaba colocándolos me dijo que no era lo que había pedido y delante de
todo el mundo tuvo un ataque de ira para a la media hora venir a decirme que lo
sentía y que ya había visto que sí que eran los arreglos que había pedido.
⸺¿Eras
tú? El novio me contrató para que acompañara a su madre y escuché el griterío
desde lejos. ⸺Contestó el riéndose dejando sorprendida
a Alina.
⸺Si
era yo, la jugada me salió bien, porque por el espectáculo me pagaron más. Tu
no tuviste que ver como la madre la sostenía para que no me agarrara del pelo y
me lo arrancara de la cabeza. ⸺Ella continuó la
risa mientras que lo miraba, teniendo ambos una risa acompasada la una con la
otra.
⸺Pues
imagínate su futuro marido lo que tuvo que hacer para convencerla de que esos
eran los arreglos que ellos habían pedido. Da gracias a que fue con ella a
elegirlos. ⸺Contestó en un tono divertido y medio
riéndose aún.
Continuaron riéndose
con las anécdotas mientras que caminaban y los minutos pasaban, dando más de la
media noche. Tenía que volver, ya que la niñera tenía que irse a su casa, por
lo que no podían quedarse tan hasta tarde como ellos habían querido, pero eso
sería mejor para otra ocasión si es que la había, por lo que empezaron a
desandar el camino al portal para que el pudiera volver a casa. Como iba muchas
veces allí él tenía la llave del garaje, así que podíamos despedirnos en la
puerta de casa y así él podía bajar directamente al sótano.
La situación en el
ascensor no era incomoda, pero se notaba que había una especie de tensión entre
los dos.
Continuara...
Mientras que iban en el
ascensor ella estaba un poco nerviosa, no sabía porque, o quizás sí, pero el
nerviosismo no la dejaba averiguar que era lo que realmente la ponía nerviosa.
Obvio no era estar en un lugar tan pequeño a solas con él, porque otras veces
lo habían estado y eso no era un problema. El ascensor no tardó en llegar a su
planta y antes de que ella pudiera despedirse desde fuera de este, vio como el
también salía. Le pareció algo bonito y caballeroso que la acompañara hasta a
casa.
⸺Bueno,
dale a Adina un beso de buenas noches de mi parte.
⸺Lo
haré, seguramente mañana estará ansiosa por venir y que le enseñes más cosas
sobre los arreglos. ⸺Comenta con aparente
tranquilidad pese a estar casi igual de nervioso que ella.
⸺Ella
aprende muy rápido, parece como si lo llevara en la sangre. ⸺La risa resuena con eco en el pasillo mientras que ambos se miran.
Alina se encontraba un
poco nerviosa, por lo que abrió la puerta de casa antes de hacer una locura,
pero cuando ya la tenía abierta lo que pensó fue que si no lo hacía en ese momento
no lo haría nunca, por lo que, pese a que caería en el cliché más viejo, lo
haría.
Antes de que Adriel si
quiera pudiera procesar lo que había pasado, la puerta de ese piso en el que
había estado bastantes veces se cerró y, aun sin poder creerlo, se dio la
vuelta caminando hacia el ascensor. Al llegar pulsó el botón y nada más hacerlo
la puerta se abrió, por lo que entró y durante el viaje empezó a pensar en
ello. Alina había besado sus labios tan rápidamente que parecía que se lo había
imaginado, pero no era así, por un segundo había sentido los labios de ella
contra los suyos y eso era algo innegable.
Mientras Alina aun se
encontraba apoyada en la puerta de la entrada, sonrojada y pensando en lo
patética que era por haber reaccionado así y no quedarse más, en no enfrentarse
a lo que venía después de lo que había hecho, probablemente el no quisiera
volver a verla más o ni siquiera le volvería a hablar.
¿Por qué se había
comportado como una niña y había huido de esa manera? Ella era una persona
adulta y responsable y se había comportado como una adolescente.
Antes de seguir
autoflagelándose, decidió que era momento de darse una ducha que se llevara los
pensamientos inseguros y o en su defecto que estos la dejaran dormir por la
noche.
Cuando salió del garaje
miró hacia el piso de ella, se quitó el casco mirando hacia ahí, pensando en lo
que había pasado delante de aquella puerta, lo cual le sacó una sonrisa enorme,
que lo hizo sentir un halo de esperanza en su pecho. Negó con la cabeza y aun
con esa sonrisa miró hacia arriba.
⸺Ha
sido igual que aquella vez, sigues siendo la misma de siempre.
Puso el casco en su
cabeza y volvió a hacer rugir la moto para emprender el camino a casa.
Continuara…