VUELO DE CUERVOS: Reseña de Cine: «Misterio en Venecia» de Kenneth Branagh

SINOPSIS:

En la Venecia posterior a la Segunda Guerra Mundial, Poirot, ahora retirado y viviendo en su propio exilio, asiste a regañadientes a una sesión de espiritismo, cuando uno de los invitados es asesinado, por lo que depende del ex detective descubrir una vez más al asesino.

FICHA TÉCNICA:

Título original: A Haunting in Venice (Misterio en Venecia)
Año: 2023
País: Estados Unidos
Género: Suspense Sobrenatural
Duración: 103 min.
Dirección: Kenneth Branagh
Producción: Ridley Scott, Judy Hofflund y Kevin Walsh
Guion: Michael Green
Basada en: Las manzanas de Agatha Christie
Música: Hildur Guðnadóttir
Fotografía y Escenografía: Haris Zambarloukos
Protagonistas: Kenneth Branagh, Kyle Allen, Camille Cottin, Jamie Dornan, Tina Fey, Hude Hill, Ali Khan, Emma Laird, Kelly Reilly, Riccardo Scamario y Michelle Yeoh
Productora: Genre Films, Mark Gordon Pictures y Scott Free Productions
Distribuidora: 20^th Century Studios
Estreno: 15 de septiembre de 2023

RESEÑA DE LARA:

Kenneth Branagh (Belfast, 1960) es uno de los realizadores más célebres de nuestro tiempo, reconocido por su dilatada obra, fue considerado un genio durante la década de los noventa. Brillante actor de teatro y destacado guionista, alcanzó la cumbre con las adaptaciones de las obras de William Shakespeare y tras un largo peregrinaje por el amargo sabor del tropiezo, supo cultivar la humildad sabiendo que su tiempo como el chico de moda tanto de Hollywood como de la crítica había pasado. Lejos de amedrentarse, Branagh, continuó creando guiones, producciones y participando como actor en obras de teatro, películas y series: desde grandes producciones hasta películas de menor presupuesto.

Sin duda, el nombre de Kenneth Branagh como responsable de una saga de películas que adaptan los libros de la escritora inglesa, Agatha Mary Clarissa Miller, conocida por su pseudónimo, Agatha Christie da cierta tranquilidad a los productores y prestigio al proyecto. Sin embargo, y aunque el irlandés combina la dirección, producción y actuación en este último film, Misterio en Venecia —título original, A haunting in Venice, 20h Century Studios, 2023—, no consigue el éxito esperado. La película parece ser un pulso entre el artificio comercial y un intento de aportar una nueva vuelta de tuerca a las adaptaciones cinematográficas de las novelas de Agatha Cristie dotándolas de cierto halo de nostalgia por una clase de cine cuyos efectos especiales, novedosos en su época, hace tiempo que han quedado desfasados y, por lo tanto, su uso no acaba de justificarse con coherencia en el metraje.

El largometraje de Branagh es la tercera película de una saga que empezó a fraguarse en 2017, con Asesinato en el Orient Express —en inglés, Murder on the Orient Express—, a la que seguiría Muerte en el Nilo —título original, Death on the Nile, 2022—, y que es hasta el momento, el mejor guion de las tres.

La historia comienza con Hércules Poirot —encarnado por Branagh—, un célebre detective venido a menos, que se oculta en Venecia de su fracaso más personal. Un fracaso que, dentro de la narrativa, no parece importante para las pruebas que ha de afrontar el personaje, tratándose este del protagonista absoluto, su arco resulta endeble y a ratos, el espectador tiene la sensación de que se va difuminando poco a poco como lo hace la trama; estos puntos flacos hacen que la historia resulte insostenible. Ante un protagonista poco elaborado, la encargada de hacer salir de su cueva a Poirot es su vieja amiga, Ariadne Oliver —interpretada por Tina Fey—, la escritora que catapultó con sus historias de crímenes novelescos a un Poirot poco proclive a los avatares que conlleva la fama. Convertido en un títere del público, Poirot pierde la fe en sí mismo y en su pasión, el trabajo de detective. Así, Oliver, se hace con un señuelo, que su viejo amigo tiene a bien en picar, pues le convence de asistir a una sesión de espiritismo para descubrir el truco que ella misma no ha podido destapar, ante la puesta en escena de una médium que parece poseer un verdadero don de la visión.

Este importante hecho hace que Poirot se dirija a una casa encantada dispuesto a descubrir los misterios que en ella habitan. A partir de este momento, el belga se verá inmerso en una ratonera de la que ni quiere ni puede escapar; fantasmas vengativos, mensajes del más allá, asesinatos, secretos… Enigmas que en la noche más terrorífica del año, la noche de Halloween, se van resolviendo atropelladamente. El resto de personajes son meras piezas de un puzzle que no se ha sabido armar y que se ha intentado encajar a la fuerza, llegando a un desenlace precipitado y edulcorado, impropios de Christie y Branagh.

Los amantes de la novelista de suspense más famosa y rentable de la literatura encontrarán poco más que un reclamo comercial en esta adaptación de la novela Las manzanas —en inglés, Hallowe’en Party—, de Christie. Aunque Branagh y su equipo han intentado dotar de un estilo gótico esta historia convirtiéndola en un cuento de fantasmas al uso, con tópicos recurrentes y una suerte de efectos visuales y sonoros de otra época, no logran realizar un metraje de calidad. Ni la fotografía ni la banda sonora ayudan en esta tarea. Tampoco lo hace que el personaje protagonista, Hércules Poirot desaparezca completamente de la película y ni siquiera se le devuelva la brillantez en los últimos minutos del film.