Hoy toca reseñar un cuento infantil muy especial en nuestra casa. Ya sabéis que cuando a los niños les da por algo, van a muerte con ello. Pues bien, siento una presión añadida mientras escribo, ya que os traigo uno de los libros preferidos de mi niña. Imposible escribir algo negativo de este ejemplar cuando nos lo sabemos de memoria, y siempre nos acompaña en cualquiera de las minis escapadas que realizamos.
Si tienes críos de entre tres y cinco años, te lo recomiendo hasta la saciedad, puesto que, como siempre digo, mantener a un niño o niña un buen rato entretenido, no tiene precio.
Hoy en Vuelos ilustrados nos visita:
Lota, la cachalota
SINOPSIS:
En el mar cada vez hay más residuos. Lota, la cachalota, quiere saber de dónde procede toda esa basura. Con su amigo Malacu, el cangrejo, deciden emprender una investigación que les conduce primero a un barco con turistas y luego a un puerto, donde podrán observar que la vida de los humanos está rodeada de plásticos. Los animales marinos deciden emprender una operación de limpieza del mar.
FICHA TÉCNICA:
Autoras: Roser Rimbau, Colectivo Rosa sardina
Titulo: Lota, la cachalota
Editorial: Takatuka
Nº de Páginas: 40 páginas
Tapa: Tapa dura
Fecha publicación: N.º 1 edición (15 octubre 2019)
ISBN: 978-84-17383-53-4
RESEÑA:
Nos encontramos ante un álbum ilustrado que cuenta con una muy original composición plástica, y eso, visualmente es lo primero que más llama la atención a los niños y niñas.
La siempre acertada editorial Takatuka, nos presenta una historia creada por el Colectivo Rosa Sardina, y escrita por Roser Rimbau.
Para quien no conozca este colectivo, es una asociación compuesta por un grupo de mujeres que de manera colaborativa crea diferentes proyectos para sensibilizar a los más pequeños. Mediante la técnica del collage y mucha imaginación, con las coloridas ilustraciones, realmente consiguen captar su atención, así como concienciarlos desde muy temprana edad.
Conoceremos a Lota, una cachalota cansada de ver como su hogar cada vez está más plagado de basura. Ella y sus amigos se embarcarán en una incansable búsqueda por los océanos hasta saber qué, o quiénes son los causantes de la suciedad que invade su casa.
Conforme avanzamos en la historia, veremos diferentes escenarios, puesto que Lota, al descubrir que la degradación del medio que la rodea es debido a la acción humana y el vertido de sus residuos, no duda en tomar las riendas y ser ella misma la encargada de dar una lección a esos irresponsables humanos.
Lo bueno de la historia, no es solo el tema a tratar sobre la proliferación de plásticos en el medio ambiente, en este caso en el mar. Lo que a mí parecer tiene una perspectiva muy interesante para conseguir empatizar con los niños y niñas, es que el problema sea planteado desde los afectados, en este caso Lota y sus amigos.
Por otra parte, el cariño con el que está confeccionada cada ilustración, pintada a mano y finalmente recortada, crea un efecto en relieve muy llamativo. Otro de los puntos a favor de este cuento, es el que todo ello se realice con material reciclado. Hace que el conjunto en sí, adquiera un valor añadido.
Cuando un libro una vez leído, consigue que se desencadenen mil y una preguntas en nuestros niños, significa que ha despertado su curiosidad, que quieren entender y, lo más sorprendente, que estos quieran buscar soluciones. Esto último es muy esperanzador, ya que te hace sentir, que no todo está perdido.
La finalidad del cuento es conseguir que estos jóvenes lectores consigan cambiar sus hábitos de consumo y, por ende, los de los adultos, que por desgracia sí que ya somos una generación perdida por completo.
El viaje de nuestra amiga cachalota termina positivamente, pero dejando claro que todos debemos poner de nuestra parte, para proteger nuestro planeta, que no es ni más ni menos, que el hogar de todos.
Y aquí seguimos, día tras día, ola tras ola, releyendo el cuento, con una sonrisa de oreja a oreja mientras veo la pasión que le pone mi hija cada vez que me narra, a su forma, una y otra vez la historia de la pobre Lota.
SOBRE LA AUTORA:
Roser Rimbau nació en Girona en 1968. Es ex periodista, ex correctora y ex percusionista, pero hay una cosa que no piensa dejar de hacer: escribir para niños. Ha publicado en las editoriales Takatuka, Publicacions de l'Abadia de Montserrat y La Galera. Ha recibido los premios Comte Kurt 2006 por "Naïm ha perdido el color", convocado y publicado por La Galera y, junto con Cesc Pujol, el Conte Infantil Il·lustrat Modest Prats (IV edición), que convoca la Fira del Conte de Medinyà (Girona), con «El planeta esborrat».
Con el álbum «La carta», ilustrado por Rocío Araya y publicado por Takatuka, consiguió un triple reconocimiento: formar parte de la selección White Ravens 2018, de las 100 obras recomendadas por el Premio Fundación Cuatrogatos 2019 (mejores libros para niños y jóvenes de creadores iberoamericanos) y de la selección OEPLI 2018 (Catálogo Literatura Infantil y Juvenil Española).
COLECTIVO ROSA SARDINA:
El Colectivo Rosa Sardina es una asociación de doce mujeres que coinciden en las clases del Área de Ilustración de l'Escola de la Dona, en Barcelona, que coordina el ilustrador Ignasi Blanch. El colectivo, de reciente creación, quiere desarrollar de manera colaborativa diferentes proyectos de sensibilización para los más peques, trabajando tanto los contenidos como la ilustración. Estas las realizan sobre la base de la técnica del collage, a partir de texturas creadas con sus trazos.
El colectivo lo forman Elena Val, Teresa Guilleumes Morell, Sonia Estela Guerra, Cristina Sabaté, Belén Loza, Alba Ginesta Ferrer, Maria Josep Figueroa Naqui, Imma Palahí, Natsumi Noma, Lydia Garrido Lafuente, Raquel SanSan y Leocadia Casamitjana.
Fotos: Editorial
Takatuka
Reseña escrita por María Pizarro
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