viernes, 8 de abril de 2022

Vuelos Ilustrados 23: Hilos de colores (Elena Ferrándiz)

Hace unos meses, concretamente entre villancicos navideños, en Vuelo de Cuervos hicimos un apartado con nuestras recomendaciones literarias. El plan era dar ideas a los lectores que visitan asiduamente nuestras publicaciones, para que en esas fechas señaladas contaran con la opción de regalar un libro a sus seres queridos. Nunca me cansaré de decir, que el mejor regalo, siempre es una nueva historia en la que zambullirse. 

Yo elegí dos de mis descubrimientos del año y, hoy, os vengo a reseñar de una forma más extensa uno de ellos.

Preparad la mente y que no os engañe la dulzura de la portada, puesto que aborda un tema tan duro como es el Alzheimer.

SINOPSIS:

Una niña recibió como regalo de su abuela un libro para que conociera sus recuerdos. Ella se encargaba de cuidarla, y también de mostrarle todos los colores que se convertían en hilos para tejer un hermoso vestido. Ahora, ese vestido se está llenando de agujeros por los que están perdiendo los recuerdos. Y la nieta se ha convertido en la cuidadora de su abuela... No es una historia triste sino esperanzadora.

FICHA TÉCNICA:

Autora/Ilustradora: Elena Ferrándiz
Editorial: Nórdica
Nº de páginas: 64 páginas
Encuadernación: Cartoné
Tamaño:  230 x 310 mm
Fecha publicación: N.º 1 edición (6 septiembre 2021)
ISBN: 978-84-18930-13-3 

RESEÑA:

Elena Ferrándiz se está convirtiendo en una de las ilustradoras fetiches en Nórdica Editorial, ya que cuentan con su trabajo frecuentemente. En mi caso, he tenido la gran suerte de poder leer «La cita», una de otras tantas obras ilustradas por ella, la cual también reseñé no hace mucho en Vuelo de Cuervos. Aunque ya conocía su gran talento, he de decir, que con estos últimos libros me ha terminado de enamorar por completo. 

En «Hilos de colores» abordaremos la enfermedad del Alzheimer vista a través de los inmensos ojos de una niña que recibe el libro bordado con las vivencias de su abuela.

Ese libro cuenta todo lo que su nieta necesita saber de sus raíces, tejidas con multitud de hilos de colores, que finalmente formarán un precioso traje.

Un día la abuela descubrirá un agujerito en dicho vestido, al que no le dará mayor importancia y, al cabo de un tiempo multitud de agujeros aparecerán, hasta que el vestido esté tan lleno, que los recuerdos cosidos con tanto amor, comenzarán a escaparse por ellos.

La autora nos muestra de una manera metafórica cómo los que padecen esta enfermedad, sienten que se resquebrajan sus recuerdos y, lo importante que es para ellas, tener el apoyo de sus familiares, que la ayuden pacientemente a remendarlos. 

Nos enseña lo valioso que es servir de apoyo a estas personas para que no olviden y, que el tiempo que les quede sean lo más felices posibles, ya que no debe haber nada más doloroso que ver como tu propia historia se desvanece ante tus ojos.

Me gusta la forma en la que también les da importancia a los cuidadores de dichas personas y, como ensalza la labor de quienes intentan tapar esos agujeros, a pesar de por ello, dejar de lado sus propias vidas. Es un abrazo simbólico a todos aquellos que sufren el deterioro de sus seres queridos.

Las ilustraciones a doble página con el característico estilo de la creadora, nos transmiten una delicadeza que pocos artistas pueden conseguir. Desde la brisa del verde jardín, el abrazo cálido de la nieta, hasta la soledad de la abuela, todas ellas te hacen empatizar y, te guían por momentos felices, y también tristes de lo que es el camino de la vida en sí.

Este libro es un regalo para el corazón, y sí, lo sé, suena muy ñoño, pero las veces que lo he leído, he sido incapaz de finalizarlo sin llorar. Es tan bonito tanto en ilustración, como en historia, que siento la necesidad de levantarme de mi butaca imaginaria y aplaudir tras ver una fantástica obra de teatro, de esas que te llenan el alma.

Un libro que invita a la reflexión en los adultos y que ayudará a entender a los más pequeños, que, aunque las personas mayores en ocasiones olvidan quienes son, siempre encontrarán en ellos su indiscutible amor.

Gracias Elena Ferrándiz, y como siempre a la fabulosa editorial Nórdica por dar visibilidad a un tema tan complejo, ya no solo para los niños y niñas, si no para el conjunto de una sociedad que parece querer restarle importancia. 

SOBRE LA AUTORA/ILUSTRADORA:

Elena Ferrándiz vivió su infancia en San Fernando, Cádiz, rodeada de lápices de colores. Estudió Bellas Artes en la Universidad de Sevilla y desde entonces ha trabajado como ilustradora para numerosas editoriales y publicaciones. Asimismo, ha publicado varios libros ilustrados de los que es también autora. Libros llenos de metáforas y guiños visuales, en los que imagen y palabra se unen para dar salida a su particular universo.

Fotos: Nórdica Editorial

 Reseña escrita por María Pizarro

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