viernes, 10 de marzo de 2023

El mural literario de Gorski - Artículo 3: Empecemos por escribir algo corto

Muy buenas a todos. Por fin hoy vamos a hablar de cómo escribir una historia corta. No es menos importante escribir una historia corta que una larga, pero para mí es básico que se empiece la casa por los cimientos y no por el tejado.

 

Me explico, un relato puede ayudarte muchísimo a tejer muy bien la trama, los personajes, la forma en la que estrujas el cerebro y consigues la destreza necesaria para pelearte después con una historia más larga.

Hay personas que son unos genios a la hora de escribir este tipo de historias y, una cosa importante, no te agobies si, como la mayoría, no sale a la primera.

En mi caso, cuando empecé a escribir lo hice por una novela y me di cuenta de que así no estaba consiguiendo el resultado que quería, fue entonces cuando lo acorté, lo até y conseguí un relato que no tardó en ser publicado.

No soy maestro de nada ni de nadie, pero os daré mis humildes y cuervis consejos.

Una historia corta:

  • Nos ayuda a empezar y a aprender a estructurar las historias
  • Nos hace darnos cuenta de que no es necesario escribir una novela para crear una gran historia que contar.
  • Un relato puede ser la puerta para escribir una novela. En mi caso es tal cual y real, de varios relatos he creado varias novelas. Descubres el potencial de las historias escritas. Un relato puede ser algo más que un simple corto que solo vale para concursos y como pistoletazo de salida de un futuro escritor.

Al principio nos pasará que tendremos tanta historia en la cabeza y mezcla de personajes, y de todo lo que tenemos que contar que no sabremos cómo hacerlo.

Pues bien, cómo no errar en un relato:

  • Un relato va desde las 250 palabras (microrrelato) hasta las 8000 o 10000 (depende de la editorial, el concurso…). Así que afila bien.
  • No te vuelvas loco metiendo gentes y lugares y subtramas. Céntrate en un personaje o dos como mucho. Probablemente sabrás, a medida que vayas escribiendo, si se te va de las manos y tienes que quitar de un lado y de otro cosas que no te van a servir. No tengas miedo de hacerlo porque eso significa que eres consciente y estás centrado en lo que quieres escribir.
  • Como he dicho antes no metas una trama y varias subtramas, deja eso para la novela, con una es más que suficiente para que explores una buena historia. Así como no ir de un lado y de otro, es mejor un sitio fijo, y si no lo quieres así y necesitas cambiar a un lado, que no sean demasiados como he dicho porque puede llevar a confusión.

¿Y después de esto qué llega?

Pues escoger una buena historia:

  • Como he dicho tienes un número límite de palabras y es ahí donde debes centrarte, y aunque estoy seguro de que al principio se te irá algo de las manos, se le puede meter tijera, como decimos, no es malo, es una forma más de aprendizaje. Cuanto más compleja la historia vas a necesitar explayarte más.
  • Filtra todas las ideas de historias que tengas y quédate con la más clara. Tienes que ser muy directo e ir fijo hacia ella a la hora de escribirla. Te sorprenderá la cantidad de posibilidades que puedes coger para plasmarlas en el papel.

Lo engorroso:

Nos parecerá que nuestras historias pueden parecerse a otras, que igual la primera que escribimos es como la segunda o que incluso se nos haya colado una idea de algo que ya hemos leído. Aunque esto ocurra lo más fácil es centrarse en lo que te mueve por dentro, el día a día, lo que ves, sientes, tu propia vida… Y con esto debes hacer la introducción, el nudo y el desenlace, o como yo lo llamo: lo engorroso.

  • La introducción: En este punto debes decir y explicar quién es el protagonista, dónde está y qué le ocurre. Nada más comenzar es cuando debes ya enganchar al lector.
  • El nudo: No debes tardar mucho en llegar a ello, ten en cuenta que estamos hablando de una historia corta. Puede parecer que llega enseguida pero lo mejor es que juegues con el lector con un par de momentos de “subidón” en la historia, justo otra parte que le puede enganchar, querer llegar a la meta y ver al protagonista en problemas.
  • El final: Aquí va lo que sorprende al lector. Puede ser que todo lo que hayas contado tuviese trampa, o simplemente sea todo lo contrario a lo que pareciese en un principio. Es donde tu historia cobra el sentido final.

Para terminar: Nadie mejor que tú va a saber cómo hacerlo, deja que todo fluya, no pienses demasiado en si lo estás haciendo bien o lo estás haciendo mal porque de todo se aprende y a escribir sobre todo porque lo mejor que puedes hacer para mejorar es leer muy mucho. Si escribes relatos, lee relatos, si escribes novelas lee novelas. No dejes de hacer esto, es primordial.

Recuerda que no lo vas a mandar tal cual, que lo corregirás, verás tus fallos (que son una ayuda tremenda), que un relato puede cambiar entero aunque ya lo hayas escrito porque a la hora de la corrección consigues mejor o afilar mejor todo.

Bueno, cuervitos y cuervitas. Espero que os haya ayudado en algo estos consejos humilde de un cuervo que vuelva a graznar por estos lares.

Os veo en la próxima.

Artículo escrito por Gorski

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