Buenas Amantes de la Lectura,
Otra batalla perdida. Otra derrota de la que he sido testigo, y ya van demasiadas para un amante de la cultura. El pasado mes de enero, junto a un grupo de amigos, asistimos a los últimos días de una mítica tienda especializada en el Noveno Arte: Viñetas. Situada en una de las zonas con más tradición y concentración de tiendas de tebeos, tuvo que cerrar sus puertas. Conocí esta tienda gracias a mis profes del curso de cómic y, aunque lo intenté durante mucho tiempo, no conseguí acercarme a la tienda física en muchos meses. Menos mal que disponía de una buena tienda online y pude hacer mis pedidos por este medio. Estos siempre llegaban con un agradecimiento en forma de dibujo rápido personalizado. Se notaba mucho cariño por el medio y por el trato al cliente. La primera vez que traspasé las puertas de Viñetas fue para su despedida. ¿Por qué os cuento esto? Porque últimamente me he tenido que despedir de librerías, tiendas especializadas y editoriales. Nunca creo que haya sido un gremio fácil, el de los libros y cómics. Tengo la fortuna de tener un buen trato con algunos libreros y editores y sé cuánto se esfuerzan por hacerse un pequeño hueco. Siempre intentando ofrecer algo diferente, reinventándose cada cierto tiempo, dando valor añadido a su trabajo. Aun así, en el último lustro, he visto extinguirse muchos sueños y, los menos, quedándose en un forzoso stand by a la espera de recuperar las fuerzas, los fondos o la salud para proseguir. Sé que muchos de vosotros y vosotras estáis viviendo situaciones similares en vuestro entorno más cercano, pero ¿qué es lo que podemos hacer?
Una parte de los lectores os instarán a alejaros de las grandes superficies tipo Casa del Libro o FNAC, o de los portales de venta online como Amazon, echando gran parte de la culpabilidad de estos cierres en los propios lectores. Otros culparán a la facilidad de autoeditar que tienen los escritores, inundando las redes de sus obras. Incluso los habrá que culpen a las grandes editoriales por colapsar el mercado con centenares de novedades, reduciendo la vida útil de un título nuevo a apenas unas pocas semanas. De todos ellos, ¿quiénes son los que tienen la razón?. Bajo mi punto de vista, todos y ninguno.
Estamos ante una situación compleja, con una subida de costes de producción y de materias primas, donde la presencia en Redes Sociales y eventos es una parte decisiva para llegar al lector. Además de la dura lucha que presenta esta vida llena de inmediatez y estrés que nos insta a economizar nuestro tiempo en pos de lugares que centralicen gran parte de nuestras compras. No es un buen caldo de cultivo para el negocio pequeño, artesano y de nicho. Aunque esto de lo que os hablo podría aplicarse a otro tipo de negocio, me gustaría centrarme en los que nos atañe: Librerías, tiendas especializadas de cómic y editoriales. Todos ellos están batallando, cada uno con las armas que tiene, que inventa o imagina. Pero, ¿cómo podríamos ayudarlos?
Lo fácil sería exigirnos comprar sus productos y en sus establecimientos, pero la situación de la economía actual es más que probable que también nos haya golpeado a nosotros mismos. Este sería un mensaje simplista y algo sesgado. La solución, aun no siendo la definitiva, es tan simple que está al alcance de todos los lectores, da igual su economía o presencia en Redes. Habla de ellos.
Ya sea realizando reseñas en grandes medios de youtube o en portales de compra, como simples recomendaciones de sus autores o de esas tiendas en Redes Sociales. Regresemos al boca a boca, a disfrutar de las charlas y recomendaciones de nuestros libreros, a compartir y extender las iniciativas de las editoriales que nos gustan. No permitamos, ya sea por pereza o por no creer que nuestro aporte pueda marcar la diferencia, que la inacción siga derribando sueños. Ayudemos a los que se han quedado en esa espera casi obligada, reuniendo fuerzas para que, cuando regresen, reciban todo nuestro cariño. Todos podemos aportar nuestro granito de arena. Os invito a hacerlo en los comentarios de esta entrada, en nuestro Twitter o Instagram (o en ambos XD). Yo por mí lo seguiré haciendo, para que decir adiós a esos proyectos sea menos frecuente que en el último lustro.
Por poner
algunos ejemplos:
- Los cómics de Unrated Cómics o Karras Cómics
- Los proyectos de crowdfunding de Carmona en Viñetas
- El regreso de Arima Editorial
- Las novedades de Hela Ediciones, Literup,...
- Mis librerías cercanas y favoritas: Punto y Coma, New CB, Vino a por Letras, Librería Bravo, librería Serendipias,...
Ahora, os toca a vosotros. Decirnos, contarnos, gritarnos esos sitios molones o editoriales increíbles que aún no conocemos.
Nos vemos en las Redes y Feliz Vuelo.
Texto:
Josema Beza
Fotos:
Carmen Beza
Artículo escrito por Josema Beza
En Leganés sigue gustandome mucho La Libre de Barrio
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