Bueno, bueno, hemos llegado a este punto que además de interesante es uno de los más tediosos, la verdad es que es lo más importante de escribir, de hecho, hasta puedes acostumbrarte a pensar que es bonito y aporta.
Si es verdad que para escribir bien hay que leer mucho, pero también dejarse corregir por personas que lean mucho o que se dediquen a ello y, siempre, siempre, siempre, ser humilde y aceptar que no somos perfectos en lo que escribimos, que siempre hay errores y que siempre se puede mejorar.
A la primera nunca va a salir bien, tengamos eso en cuenta, bueno, ni a la quinta ni a la octava y según vas escribiendo relatos o novelas (ya sean cortas o largas) te darás cuenta de que siempre hay algo que pulir y cortar.
No me refiero sólo a las faltas de ortografía, también están los adverbios, las repeticiones, rimas, ritmo… Son muchas cosas, pero vayamos paso por paso.
Importante y que todos deberíais llevar a cabo: dejar reposar el texto un tiempo y después leerlo entero e ir marcando cosillas. Esto, como veréis es un Juan Palomo.
Sé humilde contigo mismo, no mires tu texto con tus ojos, bueno, a ver, son los tuyos, pero me refiero a que lo hagas desde el modo lector, como si no fueras tú el que lo ha escrito.
Borra frases que no aporten nada, minimiza los adverbios lo máximo que puedas, menos es más ya sabes. Elimina las repeticiones odiosas y coletillas.
Truquitos
El corrector de Word, aunque tampoco es perfecto, evidentemente en tema comas y demás no es que sea perfecto.
Lee el relato o la novela tantas veces como haga falta para comprobar que todo tiene concordancia.
Desde el principio tiene que tener un buen ritmo, que no sea lioso, no explique demasiado pero que deje con ganas de más.
Elegir bien los verbos si que se nos vaya de las manos el futuro, presente… y vayamos de un lado a otro como una veleta.
Ten a mano un diccionario de sinónimos, es muy útil.
Revisa laísmos, leísmos y loísmos.
Ojo con las tildes.
Corta lo que necesites del texto si se vuelve lioso o no se entiende o te has explayado más que en un sermón.
Y si todo esto te parece que no vas a poder, siempre te queda contratar a un corrector, pero que sea profesional, compara precios y sobre todo la carrera que llevan en cuanto a correcciones de obras literarias y demás.
Bueno, pequeños y pequeñas, hasta aquí el artículo de esta semana, seguro que he repetido algunas palabras y es probable que se me hayan colado cosas, ahí está la gracia de escribir y ser humilde para aprender, mejorar, disfrutar y ser unos buenos escritores y escritoras.
Hasta el próximo artículo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario