viernes, 19 de noviembre de 2021

Don’t Forget Me

Hoy os traigo un artículo muy especial para mí que espero que disfrutéis mucho a pesar de salirse un poco de la temática habitual de este nuestro nido de cuervos. Los asiduos al blog sabréis que suelo pasar por aquí para hacer entrevistas o para reseñas sobre clásicos. Hoy, sin embargo, he cambiado de rama posando mis garras en un tema musical, pero no uno cualquiera; he estirado mis plumas para hablar del que es, desde que tengo uso de razón, mi grupo favorito.

Probablemente os estaréis preguntando, ¿y a qué viene que nos cuentes ahora tu vida o la del grupo en cuestión? Pues esto se debe, queridos lectores, a que hace unos días esta servidora se topó de bruces con un artículo de un periódico al que no voy a mencionar aquí comentando por qué las entradas de la nueva gira de este grupo se habían agotado en tan poco tiempo. ¡Todo un gran logro, sin duda! Sin embargo, leí cada cosa… leí cada insensatez… leí cada patochada… que entre graznidos juré que haría un artículo que DE VERDAD hablase de los porqués de este acontecimiento (era eso o sacarle los ojos a picotazos al escritor de semejante insulto al periodismo). Pero va siendo hora ya de que os diga de qué grupo os hablo. Y no es otro que RED HOT CHILI PEPPERS.

A lo largo de mi vida no he conocido a mucha gente que sea muy fan de la banda, pero casi todo el mundo conoce al menos una o dos canciones de ellos (Californication, By the way, Give it away, Under the bridge…). Pero los que somos muy fans del grupo estamos viviendo un momento ahora que creo que pocos podemos describir.

El pasado 24 de septiembre, el grupo liderado por Anthony Kiedis subió a todas sus redes un vídeo de lo más curioso. El cantante y el bajista, Michael Balzary (Flea), aparecían “disfrazados” de presentadores de un noticiario; el batería, Chad Smith, hacía su aparición como el hombre del tiempo y en un momento del vídeo, un momento en el que os juro que se me saltó el corazón, aparece el esperadísimo John Frusciante haciendo de sí mismo, como guitarrista del grupo, anunciando ni más ni menos que una nueva gira que daría comienzo en junio de 2022; noticia tras la cual los dos “presentadores” se vuelven locos al más puro estilo Red Hot. Os dejo el vídeo por si queréis verlo, no tiene desperdicio:

Tras esta noticia, por la que muchos gritamos (literalmente, os prometo que grité… varias veces…), sacaron otro vídeo del estilo unos días después anunciando ya ciudades y fechas; siendo SEVILLA el primer destino de esta gira mundial de la banda. Sí, Sevilla. Y allí estaré yo. Pero voy a intentar contener mi lado fangirl (un ratito al menos) para centrarme en el meollo de este asunto. ¿Por qué es TAN importante esta gira y por qué las entradas han volado tan rápido?

Me vais a permitir que me remonte unos añitos atrás. Prometo intentar resumir, no os contaré cuando Anthony y Flea se conocieron en el instituto Fairfax porque uno estaba haciendo bullying y el otro se encaró con él. Que oye, si queréis que os cuente más sobre el grupo, yo encantada de hacer mil artículos sobre ellos, pero en otra ocasión. La banda original, formada en 1983 bajo el curioso nombre súper sencillo de recordar de Tony Flow and the Miraculous Magestic Masters of Mayhem, pasó a llamarse Red Hot Chili Peppers en 1984, cuando publicaron su primer álbum con el mismo nombre. En su origen, los integrantes eran Anthony Kiedis (cantante), Michael Balzary -Flea- (bajo y trompeta), Hillel Slovak (guitarra) y Jack Irons (batería). Aquí comienza la primera etapa del grupo, con tres discos muy muy funkys que acabó tras la trágica muerte de Slovak en 1988 por sobredosis.

Tras este palo, del que especialmente Anthony tardó mucho en recuperarse, entrando por segunda vez en rehabilitación por consumo de heroína, Flea se encargó de hacer pruebas para nuevos integrantes. Fue ese el año en que Chad Smith sustituyó a Irons en la batería. Y fue entonces cuando Flea, bendito sea siempre, recordó a un muchacho con el que había coincidido, un chico que era muy fan de la banda, muy seguidor del trabajo de Slovak y con el que había tocado en alguna ocasión informal. Así fue como Flea invitó a John Frusciante a entrar al grupo. Así, amigos, nació LA MAGIA.

Comienza aquí la segunda etapa de la banda, que en 1989 saca un disco llamado Mother’s Milk (sí, como el personaje de The Boys y eso que tanto le gusta a otro personaje de The Boys). Y tras este disco llega el que para mí es el quinto integrante esencial del grupo, aunque no oficial y menos conocido: Rick Rubin. Este productor, declarado en 2007 como el productor más importante de los últimos 20 años por MTV, fue un antes y un después para Red Hot Chili Peppers. Y es que Rubin captó la sinergia que había entre estos cuatro integrantes, los metió en una mansión durante unos meses, donde pensó que aumentaría su creatividad mucho más que en cualquier estudio de grabación, y allí crearon su primer gran disco: Blood Sugar Sex Magik. En este disco se desprenden un poco del funky y del gamberrismo que tenían (aunque nunca del todo) para hacer un disco mucho más profesional, más cuidado, con una composición exquisita. Rubin, además, les consigue teloneros para las giras de la talla de Nirvana o Pearl Jam. Aquí, mi yo de 3 o 4 añitos, al escuchar este discazo en un cassette que tenía mi madre, empezó a ser fan del grupo. Sí, a esa edad ya me enamoré de ellos y de canciones como Give it away (que reconozco que me gustaba más entonces que ahora) o la que hasta el día de hoy sigue siendo mi canción favorita, Under the bridge.

Sin embargo, cuando todo parecía estar en el punto álgido del grupo, cuando al fin habían conseguido alcanzar esa profesionalidad, ese sonido especial, esa energía increíble, John Frusciante empezó a sentirse muy afectado por todo lo que el abrumador éxito de la banda les había traído. Entró en un estado de ansiedad y depresión hasta el punto de sabotear los conciertos. Fue entonces cuando Flea habló con él, preguntándole si quería seguir en el grupo. John contestó que no, pero que seguía porque le encantaba tocar con ellos y en especial con Flea. La compenetración que tenían (tienen y tendrán) estos dos músicos es algo que pocas veces se ha visto en la historia. El bajista, sin embargo, le dijo que esto no era razón suficiente para continuar, por lo que quizá fuese mejor que se marchara. Frusciante permaneció algo más en la banda, pero acabó marchándose en mitad de una gira por Japón, algo que afectó mucho al ambiente dentro del grupo. Os dejo aquí un vídeo de uno de los conciertos en los que John se pone a gritar de forma horrible a propósito para sabotear a la banda. La cara de odio de Anthony no tiene desperdicio. Id sobre todo a la parte final:

Tras la marcha del guitarrista, quien pasó sus peores años bajo una terrible depresión, hundido en las drogas y que le llevó incluso a quemarse los brazos, vender todas sus pertenencias y perderlo todo en un incendio; el grupo reclutó a Dave Navarro para que tomara las riendas de las cuerdas. Resumo esta etapa y el disco de One Hot Minute, el único disco que sacaron con Navarro, parafraseando a mi bajista favorito: “Dave Navarro es un gran guitarrista, es una gran estrella del rock. Pero, simplemente, no nos entendíamos.” Y es que el propio Dave Navarro llegó a decir que se sentía un intruso dentro del grupo. Este disco, a pesar de tener algunas buenas canciones, es sin duda uno de los que menos gustan a los fans, precisamente porque perdió bastante de la esencia del grupo a manos de Navarro. Esa sinergia que se respiraba en el disco anterior se había esfumado.

Y aquí empieza la tercera (y mejor hasta la fecha) etapa del grupo. Y es que con la marcha de Navarro, como resultado de muchas disputas de egos entre él y Kiedis, nuestro siempre querido Flea (qué sería de nosotros sin él) decidió ir a ver a John Frusciante, quien acababa de salir de rehabilitación y se encontraba en un muchísimo mejor momento mentalmente. El bajista le ofreció volver a la banda, a lo que John, algo ruborizado y con ojos brillantes, le dijo que le parecía una idea genial. Y ahí, señoras y señores, con este regreso del maestro de las cuerdas en su mejor momento, con el bajista también recuperado de una mala racha, con Anthony también tratado en rehabilitación y con Chad dando la calma y coherencia al grupo, nació en 1999 el que es considerado por muchos el mejor disco de la historia de Red Hot Chili Peppers. Este año sale, nada más y nada menos, que CALIFORNICATION. Así, en letra grandes, porque no hay otra manera de poner esta obra de arte.

¿Pero se acaba aquí todo lo bueno de esta banda? En el artículo que os comenté al principio se menciona que Red Hot Chili Peppers no han hecho nada bueno desde Californication. Se atreven a decir que excepto unos cuantos sencillos, no han vuelto a hacer un disco bueno. Por lo que achacan la ingente cantidad de entradas vendidas en esta nueva gira a la simple nostalgia de los fans sobre un grupo que lleva, según su humilde y pésima opinión, más de una década en decadencia. ¡JÁ!

Voy a hablaros de qué ha ocurrido con el grupo desde entonces… y es que en 2002 los Chili Peppers sacan un discazo llamado By the way. ¿Qué puedo deciros de este álbum? Lo siento, no soy objetiva. Quizá en energía es más flojo que el anterior, siendo este más tranquilo, más sobrio, aunque con perlitas tan cañeras como Can’t stop. Pero encontramos una calidad musical, una mejora vocal en el cantante, unos acordes de Frusciante, un bajo quizá algo más suavizado de Flea, pero unas letras increíbles. Digo que no puedo ser objetiva porque, por alguna razón que no podría describir, este es mi disco favorito del grupo. No quitaría ni una canción, ni un acorde, ni una palabra. NADA. Para mí es PERFECTO. Soy consciente de que esta opinión no es general y admito que quizá tenga que ver con el hecho de que este fue el primer disco que compré de ellos y el que más he trillado. Aquí fue donde ya me enamoré perdida e incondicionalmente de la voz de Anthony y de la guitarra de John. Canciones que llegan al alma como Universally Speaking, Dosed, Don’t forget me, Tear, Venice Queen; canciones tan divertidas como Can’t stop, Cabron u On Mercury. Esos coros de Frusciante, mucho más presentes que en Californication. Lo siento, para mí este disco es toda una delicia para los oídos. Y para que veais si estaban en forma o no, os dejo un vídeo del que para mí es el mejor concierto que han dado en la historia del grupo: Irlanda, Slane Castle. Ojo al solo que se marcan Frusciante y Flea tanto antes de la canción como en el solo en sí de la canción. Yo es que cada vez que lo escucho… en fin… aquí es donde podría pararme a explicar el término creado por los fans “frugasm”, pero no quiero ser soez, así que daré por hecho que me entendéis.

(como curiosidad os contaré que por mi cumpleaños un amigo  me regaló este concierto grabado por él, que lo tenía original, en un DVD pirata cuando cumplí 19 años. Unos años después pude comprarme el DVD original)

Pero avancemos cuatro años más, porque en mayo de 2006 los Red Hot sacan su octavo disco, Stadium Arcadium. Si os soy sincera, para mí este es el disco más infravalorado del grupo. Mucha gente lo criticó porque era más tranquilo, menos funky (evolución que el grupo ya venía siguiendo). Pero no puedo estar menos de acuerdo con las críticas. Esto es un señor discazo. Y mira que es  difícil sacar un buen disco siendo tan extenso como es, ¡porque este es un doble disco! El Stadium Arcadium traía dos discos diferentes, Mars y Jupiter, cada uno con 14 canciones (28 en total). Fue pensado en realidad para ser lanzado como una trilogía de discos que irían saliendo cada seis meses; pero finalmente se quedó como un solo disco doble. Como anécdota, os contaré que mi motivación fue absoluta cuando unos meses después de su lanzamiento me regalaron este disco por mi 18 cumpleaños y vi que una de las canciones se llamaba She’s only 18. ¡¡Porque obviamente Anthony Kiedis había escrito esa canción pensando en mí!! Pero ya en serio, la calidad musical y de composición que tiene este disco es impresionante. En esta época Kiedis alcanza un nivel vocal bastante más alto. En su faceta más mística, crea unas letras muy profundas, siendo este disco todo un viaje astral. De hecho, sobre el título, dijo: “Stadium Arcadium proyecta una especie de ensueño en el que los seres humanos nos proyectamos en el universo y el universo se refleja en nosotros y de ahí viene la inspiración”. El bajo de Flea vuelve a tener algo más de la presencia que se había perdido un poco en By the way. Y si hablamos de la guitarra… Aquí John Frusciante se pone mucho más experimental, porque él puede hacer lo que quiera. Nuestro amigo “Trickfingers” se marca aquí una composición a la guitarra descomunal, por no hablar de los solos que se marca en los conciertos en esta época. Para mi gusto, es la etapa en la que el grupo estaba en lo más alto. Os dejo aquí la que para mí es el mejor ejemplo de una canción que no deja de subir y subir hasta que cuando acaba te ha dejado en un éxtasis absoluto. De verdad, fijáos en cómo va aumentando. De hecho, os aconsejo que en cuanto terminéis de escucharla, volváis a poner el principio para que notéis mejor aún la diferencia. Pero sobre todo, por favor, fijáos en el minuto 4:20, porque yo en ese momento muero...

Lamentablemente, aquí concluye esta etapa de oro del grupo, porque en 2009 nuestro dios John Frusciante decide marcharse de nuevo del grupo, esta vez para trabajar más en solitario, ya que ese mismo año sacó el que para mí es su mejor disco en solitario: The Empyrian; disco que os recomiendo encarecidamente si os gusta la calidad musical y queréis un maravilloso viaje astral a través de la música. Os dejo la primera canción de este disco, que a pesar de ser una canción muy larga y no tener letra, os juro que soy incapaz de no escucharla entera:

Recuerdo perfectamente que en la Nochevieja de ese año me acababa de enterar de la noticia. John se había ido y aún no se sabía si iban a reemplazarlo o si el grupo se retiraría. Recuerdo aquella noche, en la Plaza de la Merced, en el centro de Málaga, a todo el mundo de fiesta y a un antiguo amigo y yo sentados con las caras largas hablando de este tema. Os prometo que tengo ese recuerdo y esa sensación grabados a fuego en la memoria.

Pero el grupo no se rindió. Siguieron adelante con la que pensaron que sería la mejor opción. Había un guitarrista jovencito (unos 30 años en esa época) que había colaborado mucho con ellos, que era muy amigo de John, le encantaba trabajar con el grupo y se llevaba genial con ellos. Frusciante y él incluso habían sido componentes de otra banda llamada Ataraxia, que sacó tan solo dos discos en 2004 y 2007 respectivamente. Y fue así cómo Josh Klinghoffer pasó a ser el nuevo guitarrista oficial de Red Hot Chili Peppers.

En 2011 sacaron el disco I’m with you, un disco con algunas canciones realmente buenas. Un Flea mucho más poderoso al bajo y que se atreve con otros instrumentos como el piano y letras buenísimas. La verdad, le tengo mucho cariño a este disco porque fue el que  me permitió por fin ir a un concierto cuando hicieron la gira. El 15 de diciembre de 2011 conseguí asistir al concierto de mi grupo favorito en Barcelona, concierto en el que por cierto me desmayé en la última canción (Give it away). Pero oye, al menos fue ya al final. Así me emocioné…

No es un gran disco, ya que además el productor, Rick Rubin, no tenía muy en cuenta a Josh y la guitarra no destaca en absoluto. Pero tiene algunas canciones realmente buenas como Monarchy of roses, Meet me at the corner, Annie wants a baby,...

Tal fue la imposibilidad de trabajar juntos de Rubin y Klinghoffer, que para su siguiente disco, The Getaway (2016), se buscaron a otro productor: Danger Mouse. Para mucha gente, este disco es mucho mejor que el I’m with you, ya que Klinghoffer pudo sacar más de sí sin Rick Rubin cortándole las alas. A mí, personalmente, este disco no me dice gran cosa. No me entendáis mal, no es mal disco. Pero no me transmite nada en absoluto.

En estos años pasaron algunas cosas importantes como que en 2012 los Red Hot entraron en el Rock & Roll Hall of Fame, evento al que no asistió Frusciante, sino Klinghoffer, a pesar de ser un “premio” a la carrera del grupo. Os recomiendo ver el discurso que Flea dio en la gala, dedicándole unas palabras a Frusciante e incluso a Slovak. Si es que no puedo amar más a este hombre…

En 2014 además cumplieron el sueño de actuar en la gala de apertura de la Super Bowl, actuación que hicieron junto a Bruno Mars y que fue bastante criticada por no tocar en directo…

La verdad, no os voy a decir mucho más de la etapa Klinghoffer, porque no da más de sí y quiero llegar ya al meollo de la cuestión. A la actualidad. A LO NUEVO.

Y es que tras algunos rumores que nadie creía, el 15 de diciembre de 2019, el perfil de Instagram de Red Hot Chili Peppers publicó una imagen de letras blancas sobre fondo negro que todo fan de la banda tiene grabada en la retina. En serio. Si conoces a algún fan de la banda, pregúntale dónde estaba cuando vio esa imagen, seguro que se acuerda:

Así, en un mismo mensaje, en una misma imagen, nos enterábamos todos de que la banda se despedía de Josh Klinghoffer con un bonito mensaje de agradecimiento por los diez años en el grupo y, al mismo tiempo, que JOHN FRUSCIANTE VOLVÍA A LA BANDA.

En fin… yo estaba sola en casa. Y me puse a llorar. Y tuve que llamar por teléfono para compartirlo porque estaba al borde del ataque de histeria. Os lo juro. Así de fan soy, qué le vamos a hacer.

El revuelo que esto creó es indescriptible. Os recuerdo que la última vez que Frusciante había vuelto a la banda, fue cuando sacaron el que se considera el mejor disco de la historia de Red Hot. Y tras dos discos bastante decepcionantes, nos encontramos con esta noticia. ¡Éramos tan felices! John volvía, iban a grabar un nuevo disco, iban a hacer gira, todo iba a volver a ser como antes. Pero, ¿qué pasó? Pues pensad, si esta noticia salió en diciembre de 2019… Sí, eso es. Nuestro amigo Covid-19 nos jodió la marrana pero bien, ya que a causa de la pandemia se suspendió TODO. Ya no podían grabar disco, ni ensayar, ni tocar. Y muchos nos vinimos muy abajo pensando que quizá esto hiciera que John volviera a irse antes de hacer nada.

Sin embargo, entre 2020 y 2021 no pararon de ir soltando rumores y dejando pistas de que algo se estaba cociendo. Y antes del verano de este mismo año se confirmó que finalmente nuestros cuatro chicos favoritos se habían juntado por fin para grabar el nuevo disco. Y nuestro hype aumentó considerablemente tras declaraciones de Rick Rubin, que volvía a ser el productor del grupo:

“Si te gusta ‘Stadium Arcadium’, te podrá gustar este”

“Estamos terminando su nuevo álbum ahora mismo, de hecho. Frusciante ha vuelto a la banda y es increíble. Fui al primer ensayo, al que me invitaron después de que John se reincorporara a la banda y me hizo llorar. Fue realmente emocionante ver a esos tíos de nuevo juntos porque han hecho muy buena música durante muchísimo tiempo juntos, y me golpeó de una manera realmente emocional”

Y así es como volvemos al comienzo de este artículo en el que os comentaba qué ocurrió cuando en septiembre vimos el vídeo en el que anunciaban ya la nueva gira, que dará comienzo en junio del próximo año.

Y ahora que os he puesto en contexto, ahora que sabéis en qué punto se encuentra el grupo y en qué estado de expectación estamos los fans, siendo quizá uno de los momentos más épicos del grupo, ¿de verdad pensáis que las entradas han volado por pura nostalgia hacia 1999? En absoluto. Los fans estamos deseando escuchar lo nuevo, estamos deseando ver de qué son capaces estos cuatro al juntarse de nuevo, qué podremos encontrar en este nuevo disco. Muchos nos emocionamos al saber que por fin vamos a poder ver en directo una actuación con nuestro cuarteto favorito, con John “trickfinger” Frusciante a las cuerdas, con un reencuentro con el que  muchos casi ni nos atrevíamos a soñar. Nada de nostalgia, lo que queremos es mirar al futuro y que esta banda nunca deje de juntarse y seguir creando magia haciéndonos emocionarnos, hacernos viajar y hacernos dar saltos como nadie.

En este artículo del que os hablaba, apenas citaban a John Frusciante, siendo para mí la principal razón de que esta gira y este nuevo disco haya creado tantísima expectación entre el público. Porque esa sinergia, esa magia, esa energía que desprenden estas cuatro personas cuando se juntan ha vuelto, y ahí está Rick Rubin para ponerlos en lo más alto y regalarnos un disco y una gira que va a ser de lo más especial. Así que a esos que escribieron semejantes memeces, les dedico esta canción, porque nunca, NUNCA, hay que olvidar a nuestro dios John Motherfucker Frusciante, por muchas veces que se vaya: 

 

Videos:
Red Hot Chili Peppers - Breaking News out of the KHOT News Room!
Red Hot Chili Peppers Under The Bridge Saturday Night Live 1992
Red Hot Chili Peppers - Californication - Live at Slane Castle
Red Hot Chili Peppers - Wet Sand - Live at Fuji Rock Festival
Before the Beginning
Discurso de Flea - 2012 - RHCP Rock & Roll Hall Of Fame
RHCP - Don't Forget Me LIVE (Frusciante is incredible !)

Artículo realizado por Cristina de la Torre

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