Ilustración realizada por María Pizarro / artmpizarro.com
Me paso los días dando
vueltas alrededor de este nido y no consigo averiguar qué es lo que esconde
aquel cuervo tan grande que vino hace solo unas semanas a nuestra comunidad…Espera,
no, no puede ser ¿De dónde demonios ha sacado eso?
¡Uy! Hola señoras y
caballeros, perdonad mis desvaríos, esperad una segundo que aparque las alas sobre
la rama de aquel abedul. La verdad es que hoy no tenía planeado hablar con
ustedes, hace demasiado frío para ponerme a contar nada sobre un nuevo director,
aquí en esta sección que tanto os gusta. Llevo un tiempo oxidado con esto desde
el año pasado y para colmo, el tipo que redacta mis parrafadas está liado con
sus cosas y pasa de mí como los políticos del pueblo.
Bueno, no me lío más.
Si creo recodar, en el último Desplumando Directores/as os emplacé a un nuevo
reto. Hasta ahora creo que será el más extenso, así que para no freíros la
mente con mis opiniones, os voy a emplazar a un segundo acto con este nuevo
fabricante de sueños. Según habéis podido adivinar por la increíble ilustración
hecha con las plumas azabaches más talentosas de esta jauría de voladores,
nuestra querida María Pizarro (Maguia Pizagou para los amigos), hoy vamos a
hablar del que fue durante muchos años considerado como el hombre mimado de
Hollywood y es que no es para menos, cualquiera se daba de tortas por trabajar con uno de los
innovadores por excelencia del cine moderno. Steven Allan Spielberg, director,
guionista y productor de cine al que siempre he catalogado personalmente como el
creador de sueños y no como el Rey Midas de Hollywood como muchos lo
bautizaron.
Si escuchas su nombre
rápidamente te vienen a la cabeza unas cuantas imágenes y por supuesto varias
bandas sonoras. Algo que destaca poderosamente en las películas de este director
de Cincinnati. Para no variar, hoy os hablaré de una primera parte de los
trabajos que he visto de él y mi particular versión, siempre en el orden de
visionado.
Soy un pajarraco
curtido en mil lides filmográficas y estoy seguro que la mayoría de las aves
que me leéis, podéis afirmar que nuestra generación ha entrado de lleno en el
mundo de este hombre con la inolvidable E.T., el extraterrestre, a pesar de no
ser su primera película…ahora en un rato nos metemos en el agua.
Con su querido E.T.
El cine de Spielberg
puede parecer puro entretenimiento, pero para mí es algo más. En casi todas sus
cintas ha procurado mandar un mensaje oculto a vuestra sociedad y revindicar
con él la esperanza en la humanidad en la que cree fervientemente, al menos esa
es mi impresión. Yo apenas podía volar cuando mi padre me llevó hasta aquel
autocine en el que estaban reproduciendo la película de aquel bicho cabezón al
que todos adoramos y no todos pudimos tener en nuestra casa para hacernos
compañía como el Baby Yoda ese que tanto triunfa últimamente. «E.T, mi casa,
teléfono» una frase mítica de nuestra infancia, el vuelo con las bicicletas en
pleno Halloween, la conexión entre un niño y un bicho del espacio que nos robó
el corazón son parte de la meca del cine para siempre. Una historia intemporal grabada
en apenas cuatro meses que puso el sello definitivo de la ciencia ficción por
las nubes e incluso superó en taquilla por aquel 1985 a Star Wars. Henry
Thomas, hizo de Elliot, muchos los recordaréis actualmente por las series de
las casas de los fantasmas de Netflix o por ser el hermano tolai de Pitt en la
infumable Leyendas de Pasión. Hasta este puto pajarraco quería ser él en esa
película y vivir aquella aventura en un suburbio de California. Steven confesó
que la idea surgió por aquel amigo imaginario que creó en su infancia tras la
separación de sus padres…Qué queréis que os diga, Melissa Mathison bordó el
guion. Una película que marcó una época y con la que se consagró
definitivamente, sino lo había hecho ya por el pececito del que os voy a hablar
ahora.
El de Ohio dando indicaciones al joven actor que encarna a Elliot
Una jovensísima Drew
Barrymore parece no entender a Spieldberg
El director comenta con su equipo la figura de ET
Debo hacer un pequeño
inciso antes de seguir y pasar de largo por los dos primeros trabajos del
director. Duelo, telefilm que no he visto y Loca evasión, que me suena mucho
por su actriz protagonista Goldie Hawn.
Ahora sí…Es pronunciar
la palabra Tiburón y en tu cabeza empiezan a sonar esas primeras notas que
tanto nos acojonaron a todos por aquella época y que nadie jamás volverá a
conseguir, punto. Nadie como John Williams para atraparnos en la atmósfera del
gran tiburón blanco con ese ritmo que empieza a acelerarse bajo las aguas y que
hizo que mucho de vosotros no se bañara en una playa durante un tiempo.
A “lomos” de su creación...
Faltaban dos años para
que yo naciera y en el 75 este hombre recreó a la perfección la novela homónima
de Peter Benchley. A pesar de lo accidentado de su rodaje por la extensión
imprevista del mismo y el presupuesto, Jaws fue la que creó el concepto de
«Taquillazo». El trío creado por Roy Scheider (jefe de policía), Richard
Dreyfuss (oceanógrafo) y el
cazatiburones Quint interpretado por Robert Shaw hizo las delicias del público.
Y eso que estos dos últimos actores se incorporaron al rodaje solo nueve días
antes de empezar. Fue como cuando no haces planes y de repente te sale uno de
la nada y lo disfrutas más que cualquier otro.
Steven devorado por su tiburón blanco.
Spielberg cámara en ristre frente al tiburón animado.
No creo que haga falta
que os cuente la película pero si recordar esa famosa frase final de Roy cuando
le dice al pescadito: «Sonríe, hijo de puta». Como anécdotas, decir que se
inició la película con un presupuesto de cuatro millones y solo los efectos
especiales costaron tres millones. Los tiburones mecánicos y sus continuas
averías, el rodaje poco experimentado del director en el mar y los problemas
climáticos fueron las causas. Además del revestimiento de los tiburones que se
hinchaban, las cámaras mojadas y los accidentes de los actores. Spielberg, con
tan solo 26 años creyó que su carrera estaba acabada y decidió no estar en el
rodaje de la explosión del tiburón…después del éxito, tomó como costumbre hace
lo mismo hasta ahora. Una odisea que mereció la pena y a día de hoy está
catalogada como una de las mejores películas del séptimo arte. En su primera
semana en taquilla ya recaudó siete millones, cien millones en total, casi
nada. Y colmados con tres premios Óscar: mejor montaje, mejor banda sonora
(lógicamente) y mejor sonido. Steven lamentó no ser nominado como mejor
director, pero lo que no sabía es que acaba de empezar una carrera fulgurante.
Ahora llega el momento
en el que me querréis desplumarme, pero es meritorio y no me voy a esconder. No
os puedo hablar de Encuentros en la tercera fase porque no la he visto. Mil
perdones. Así que paso sobrevolando por encima de ella y de 1941 y me meto de
lleno en otro clásico que me hace vibrar. El cine puro y duro de aventuras de
manos del arqueólogo guaperas más irresistible de los 80, Indiana Jones y su
primera parte, "En busca del arca perdida".
Visualizando a través
de la maqueta una de las escenas del desierto
Si pronuncias las
palabras Cine de Aventuras es inevitable pensar en Harrison Ford con su
chaqueta de cuero marrón y sus característicos sombrero y látigo. Aquí
Spielberg contó con la producción de George Lucas y el guion de Lawrence
Kasdan. En esta primera cinta de la saga, que en orden cronológico se situaría
como la segunda del canon oficial, Indy se enfrenta a sus adorados nazis para
intentar evitar que se hagan con el Arca de la Alianza. Una historia que casi
todos conocemos, la obsesión de Hitler por hacerse con los objetos de poder que
rodearon la figura de Dios.
Spielberg comentando la
escena con Karen Allen
Con un reparto
excepcional, Karen Allen como el interés romántico de Indy; John Rhys (nuestro
amado Gimli de Tolkien) como al arqueólogo egipcio que en ayuda a los nazis,
complementan a la perfección esta historia que nos hace olvidar el mundo
durante casi dos horas.
¿Curiosidades? Las
escenas de Egipto, grabadas en Túnez. Improvisaciones como la fuga de Marion
del campamento nazi. 10000 serpientes en la escena del pozo de las almas con
las que Ford no llego a interactuar. La lesión de este durante el rodaje que lo
dejó cojo y para cerrar los comentarios sobre la mejor película de aventuras
del siglo XX, la banda sonora eterna del mejor compositor de la meca del cine,
John Williams. A estas alturas, sería una falta de respeto simplemente el hecho
de nombrar la trayectoria de este ser hecho de música.
Parte del reparto con
el director
Mítica imagen de Indy (Ford) en una de las escenas más icónicas del film
Antes de seguir con la
siguiente película de Spielberg, es necesario destacar todas sus colaboraciones
como productor y guionista. Poltergeist, Gremlins, Regreso al Futuro, Los Goonies,
El Secreto de la Pirámide, Memorias de una geisha , Cartas desde Iwo Jima,
Super 8 o la saga de Transformers. Seguro que alguna de ellas estabais
convencidos que él las dirigió. Eso es Spielberg, un ser capaz de impregnar
todo su talento y visión incluso en las historias en las que no guiaba el
timón. Magia, pura magia.
Ahora me hallo entre
dos mares muy distintos y no sé cuál navegar antes, pero este viento pesado me
dice que vi antes la segunda y tercera entrega de Indy, que la maravillosa El
color púrpura, así que vamos a hacerle caso y vámonos a la que se catalogó como
la precuela de la saga, Indiana Jones y el templo maldito. Con un inicio
fulgurante en la India tras la búsqueda de una piedra mágica reclamada por un
pequeño pueblo y utilizada por una secta que sacrifica a seres humanos y
esclaviza a niños. La escena del corazón, marcada a fuego en nuestra mente, la
enorme piedra que trata de aplastar a nuestro héroe, el trío formado gracias a
la cantante Willie (Kate Capshaw, esposa en la vida real del director) y el
adorable Jonathan Ke Quan como Tapón, el niño huérfano protegido de nuestro
arqueólogo, son parte de nuestro inconsciente colectivo.
Tapón escuchando atentamente al Rey Midas
Algunos la tacharon de
violenta y se tuvo que adaptar una nueva clasificación de PG-13…curioso, cuando
hoy en día los niños revientan cabezas en videojuegos de todo tipo. Así sois
los humanos.
Sujetando una de las
cabezas utilizadas para las escenas de sacrificios.
El guion cambio de
manos, pero personalmente, considero que la historia nos lleva a través de otra
aventura inigualable. Como cotilleos, Ford no se iba a librar de otra lesión y
el pobre grabó la mayoría de la película con una hernia discal; los nombres de
los trío de personajes los sacaron de los perros, sí, habéis leído bien, los
perros de Lucas y Spielberg; 8 millones más de presupuesto; negaciones para
rodar en la India y críticas muy duras por parte del pueblo asiático al mostrar
de forma zafia la cultura gastronómica del país y la figura de la diosa Kali.
El mismo director, con los años, reconoció que es la que menos le gusta de toda
la saga y que lo único bueno que sacó de ella fue su matrimonio con Capshaw.
Aun así, la recaudación fue espectacular y con los años la valoración de la
misma ha sido mejor por parte de la crítica y los aficionados al séptimo arte.
Capshaw, Spielberg,
Lucas y Ford
Si decimos La Última
Cruzada, está claro que se nos viene a la mente el mejor James Bond de la
historia. El papel de Sean Connery como padre de Jones, llena la pantalla y da
pie a una aventura en la que de nuevos los nazis hacen acto de presencia y
raptan al Henry para encontrar el Santo Grial y así obtener la vida eterna.
Evidentemente, a todo aquel que se le refresque la memoria con el cáliz de
Jesucristo, se le viene a la mente uno de los lugares más hermosos del planeta.
El tesoro de Petra en Jordania y la custodia de ese tesoro sagrado por parte de
un eterno soldado de Dios, el custodio templario. Por esa escena, más de uno en
España creyó que el cáliz del Nazareno que se conserva en Valencia es una
burda, desorbitada y ostentosa representación del recipiente que acogió la
sangre de aquel que salvó al mundo de sus pecados con su sacrificio.
Phoenix, Lucas y Spielberg
comenta una de las escenas
River Phoenix haciendo
del joven Indiana Jones
El director, Harrison
Ford y el gran Sean Connery durante el rodaje
El reparto lo completan
la bellísima Alison Doody como la seductora doctora de arte que traiciona a los
Jones, el malogrado River Phoenix en el papel de un joven Indy, Denholm Elliot
como el colega de nuestro protagonista y Ryhs repitiendo papel y Kevork
Malikyan como el villano. La química entre los actores principales como padre e
hijo, no solo salvan la película, la llenan de momentos de humor que nos sacan
graznidos sin poder evitarlo.
Una parte del rodaje se
grabó en el famoso desierto de Tabernas en Almería, donde años antes Steven
rodó "El Imperio del Sol", film que no comentaré pues todavía no he visto y no
creo que lo haga, se me iba a hacer muy raro ver a El caballero oscuro en uno
de sus primeros papeles con apenas 12 años. Añadir también a Granada como parte
del rodaje español.
«Mecánica y sin alma»
«Ruidosa, brutal e infantil» «Relato deliberado para hacer caja», son algunas
de las lindezas que los críticos soltaron sobre ella, pero a día de hoy el
pueblo manda, por ello, esta es la segunda película más taquillera de la saga
tras la desconcertante El Reino de la Calavera de Cristal, de la que hablaremos
más adelante.
Ahora sí, volvemos al
cine social y duro que solo este director es capaz de hacer y arrancaros el
poco alma que os queda a vosotros los seres humanos. El color púrpura es una
historia tan dura como necesaria en nuestras vidas. El descubrimiento de una
actriz descomunal como Whoopi Golberg en el papel protagonista como Celie
Harris. 14 años, embarazada de su padre y vendida a un hombre que la maltrata
durante treinta años hasta despojarle de su humanidad.
Golberg escucha
atentamente las indicaciones del director
Un historia
desgarradora basada en la novela homónima de Alice Walker con la que ganó el
Premio Pulitzer y que, sin embargo, en su versión cinematográfica fue nominada
a 11 estatuillas sin ganar una sola, solo el Globo de oro por parte de Golberg
en la antesala de los Óscar. Danny Glover conocido en su papel del eterno
compañero de Gibson en Arma letal y que hace del hijo de… padre de Celie y la
archifamosa Oprah Winfrey nominada al papel secundario.
Oprah conversa
relajadamente con Steven ante la mirada de Woopi
Quincy Jones fue el
encargado esta vez de la banda sonora y marcó profundamente con sus melodías
las raíces afroamericanas de un pueblo tan maltratado por la sociedad de
aquella época y por desgracia, que aún continúa a día de hoy.
Personalmente, esta
historia me dejó mal cuerpo, se me cayeron varias plumas de los disgustos
sufridos al ver a la pobre Celie sufriendo y no viviendo una vida digna y cuya
sonrisa y mirada hacen durante la película que se te remueva todo por dentro. En
definitiva, Spielberg demostró que también es capaz de abordar el llamado «cine
serio» con matrícula.
Llegamos al 91 y aquí debo de reconocer que
hay algo que me faltó en la siguiente aventura del cineasta. Hook no fue lo que
esperaba. Durante años soñé con ver a un Peter Pan como el de los dibujos y
aquí Steven quiso darle una vuelta de tuerca a la historia y contarnos la
secuela de la aventura original. Pan ha olvidado lo que fue al irse de El País de
Nunca Jamás, crece y se hace un hombre adulto con hijos y responsabilidades. A
pesar de ello, nadie puede criticar la actuación del inigualable Robbie
Williams y por el que me es casi imposible aguantar una lágrima mientras os
hablo de él…cuánto le echamos de menos. Dustin Hoffman en el papel de James
Garfio, Julia Roberts como Campanilla y Bob Hoskins como el contramaestre Smee
y la gran Maggie Smith como la anciana Wendy, completan un elenco que como
veis es espectacular pero que no llega a salvar la película.
Hoskins, Hoffman,
Spielberg y Williams.
Entretenida, sí, pero
para mí, sin ser un experto le falta alma y corazón. Esa magia que caracteriza
al director. Me pareció más una obra de teatro, no sé. Williams vuelve como
compositor, pero ni siquiera su arte empodera un poco este film del que no voy
a decir nada más.
Indicando a Robin en el
papel de Peter Pan
Con la hermosa Julia
Roberts en el papel de Campanilla
Y como se suele decir:
«después de un batacazo, toca levantarse»…y de qué manera. ¿A qué niño o niña
de este mundo no les fascina los dinosaurios? Una simple idea, básica,
sencilla, pero que si las pones en las manos correctas creas una saga que a día
de hoy sigue funcionando y cuyo culpable principal es el libro de Michael
Crichton al que muchos conoceréis por sus novelas. Sí, hablamos de Parque
Jurásico. El recinto que alberga los sueños de un viejo multimillonario cuyo
grupo de científicos con los que trabaja, crean a partir de un fósil con la justa mezcla de ADN de una rana la
clonación de casi todas las especies que aparecieron en el periodo Triásico. Si
esto fuera realidad hoy día, dejarían al Disney por los suelos.
Laura Dern le cuenta su visión al director. Sam Neill y Jeff Goldblum detrás.
El reparto estuvo a
cargo de Richard Attenborough como el viejo soñador John Hammond, Sam Neill
como el apasionado paleontólogo Alan Grant al que quiere sorprender con su creación,
Laura Dern como su compañera Ellie Sattler y Jeff Goldblum como el matemático Ian
Malcom que le da el toque sutil de humor al film; míticas fueron sus frases: «La
vida se abre camino» «Como odio tener razón siempre…» o la inolvidable «Menudo
montón de mierda».
Uno de los actores que
lleva el traje de los velociraptors
Su visita se convierte
en un infierno al perder el control del parque por culpa de un sabotaje interno
y resto ya lo sabéis. Acojonante, la evolución de efectos especiales de aquella
época mezclados con las técnicas de Go motion para la animación de los
dinosaurios. Robots con piel de látex tan reales que atemorizó a propios y
extraños con su extremo realismo. Pura diversión y entretenimiento con ese
toque de terror que te hace empatizar con los personajes y su desesperación
para sobrevivir ante el despampanante Tiranosaurios Rex y los hábiles y
puñeteros Velociraptors. Las más emblemáticas y características especies pasan
por esta aventura e hizo las delicias de varias generaciones y sirvió para
seguir la saga con más secuelas y algunos videojuegos punteros en la época.
Tres premios Óscar en
las categorías de mejores efectos visuales, mejores efectos de sonido y mejor
sonido estaban cantados. ¿Hace falta que hablemos de quién y cómo es la banda
sonora? Williams, de nuevo a sus pies. Taquillazo descomunal, un embolso
personal del director de 250 millones de dólares y un negocio que abrió las
puertas de un mundo al que todos queremos ir a menudo.
Y como cualquier
director que se precie en la cúspide, el de Ohio nos volvió a retorcer el alma
con la que será por siempre, y a pesar de no llegar a la magnitud de otros
genocidios, la historia negra de Europa; el holocausto nazi. La lista de
Schindler, basada en la novela El arca de Schindler de Thomas Keneally nos
relata la historia de un empresario alemán que comenzó a jugar a su favor con
las vidas de miles de judíos y enriquecerse con ellos como mano de obra barata
y terminó siendo uno de los héroes ocultos durante la Segunda guerra mundial.
Liam Neeson en el papel principal, Ralph Fiennes como el despiadado oficial de
la SS Amon Göth y Ben Kingsley como el contable judío Itzhak Stern al que el
empresario ayuda para salvar a su pueblo.
Reparto principal con
el director. Fiennes, Kingsley y Nesson
Grabada en blanco y
negro, impactando de tal manera al público que dio exactamente igual y que
brillantemente escogió el director, las desgarradoras imágenes que se ven en
ella te pisotean el corazón en cada toma, en cada diálogo. Una fotografía que
te coge del cuello y te aprieta con virulencia. Acompañada de nuevo de la
composición de Williams y el violín del maestro Itzhak Perlman que de solo
nombrarla te viene a la cabeza devorando tus defensas emocionales. La escena en
la que Liam en el papel de Schindler se derrumba y llora desconsolado al pensar
que podía haber salvado a más judíos es brutal. Fiennes se sale como monstruo
nazi sin escrúpulo alguno. Me dejó marcado la escena en la que se levantaba por
la mañana y desde su balcón hacia el campo de exterminio se pone a matar a
inocentes como si fueran pobres animales y para colmo, su atracción hacia una
de las esclavas nazis que lo atiende. O la llegada de tantos a ese infierno,
las cámaras de gas, las pilas de cadáveres ardiendo…una salvajada visual.
Siete Óscar entre
ellos: película, director, guion adaptado y banda sonora. Y entre las
curiosidades destacar que él no quiso grabarla, no se sentía suficientemente
maduro para hacerla y se la ofreció a diferentes cineastas como Polanski,
Pollack o Scorsese. Los primeros los rechazaron y el último al final no
convenció a Spielberg, que sintió finalmente que debía ser un legado para sus
hijos y se puso al frente de la misma a pesar de que no dejó de llorar durante
todo el rodaje. Como judío su corazón se vio muy afectado.
Yo no me he atrevido a
verla otra vez. Me da pánico el pensar de lo que es capaz vuestra especie y del
poco respeto que tenéis por la vida en general.
Ahora nos vamos a 1997
año en el que el creador de sueños cierra su periplo como director de los
aclamados dinosaurios en El Mundo Perdido y que nos trae de nuevo al actor
Goldblum con la incorporación de Julianne Moore, Pete Postlethwhite y Vince
Vaugh. Además del cameo del viejo Hammond y presentación de sus nietos.
Jualianne Moore y Jeff Goldblum conversan con el director.
Aquí se nos cuenta como
el multimillonario quiere evitar que uno de sus sobrinos capture a los clones
que han quedado en libertad después de cuatro años en los que han creado su
propio ecosistema en la isla que iba a ser el parque de referencia mundial. Una
continuación que pasó sin pena ni gloria por la taquilla a pesar de su gran recaudación y que perdió cierto halo de magia con
respecto a la original.
Ese mismo año, se
estrenó la que en realidad fue su nueva apuesta hacia la estatuilla dorada.
Contando la historia real de un grupo de esclavos africanos amotinados en su
viaje desde Sierra Leona a Cuba a bordo del barco La Amistad por el año 1839.
Juzgados por los Estados Unidos, defiende su libertad al descubrirse que en su
motín se defendieron de los dueños del barco, dos negreros españoles que los
querían vender como carnaza y terminaron muertos en la contienda.
Aquí, Steven nos vuelve
a meter de lleno en el cine protesta. Dándonos de nuevo una lección de
humanidad y dando visibilidad a un pueblo tan maltratado por la historia y que
solo ha buscado la libertad, el bien más preciado del ser humano. El cuarteto
compuesto por el grandísimo Morgan Freeman, Djimon Hounsou en el papel del
líder de los esclavos Sengle Pieh/José Cinqué, Matthew MacConaughey como
abogado acusador y Sir Anthony Hopkins como el sexto presidente americano John
Quincy Adams como defensor (cuya licencia se toma el director de incluir en
esta contienda, pues por entonces ya no era presidente del país). ¿Motivo esto
a Hopkins? No sé, pero su alegato al final del juicio en el que consigue
liberar a los esclavos es ya parte de la historia del séptimo arte. Destacar
que aquí los españolitos sois los malos por culpa de vuestra Isabel II (con tan
solo doce años de edad) y su conflicto con los Estados Unidos en discernir la
condición que un ser humano tiene de esclavo u hombre libre.
McConaughey y Hounsou
en una escena de la película.
Hopkins y Freeman charlando con el director
La repercusión no fue
tan grande a nivel de taquilla, pero al menos se llevó cuatro nominaciones a
los Óscar.
Ahora nos vamos a una
de los films que más me han impactado en una sala de cine por las que me suelo
colar y que nos ayudara a cerrar esta primera entrega de una forma espectacular
e impactante, os hablo de "Salvar al soldado Ryan". Cine bélico en estado puro
bañado de épica y con un inicio tan fulgurante y demoledor como la invasión de
Normandía en la Segunda guerra mundial. 27 minutos llenos de planos
sobrecogedores y sin censura sobre la playa de Omaha por los que casi se me
caen los ojos de las cuencas viendo miembros humanos por los aires y el zumbido
constante de las ametralladoras MG 42 nazis.
Antes de filmar el
desembarco a Normandía
El cineasta indica al gran Tom Hanks lo que debe hacer.
Una vez tomado el
objetivo por parte de los aliados entre aquel mar de cadáveres, el capitán John
H.Miller interpretado por el genial Tom Hanks, al mando de la compañía Charlie
del 2º Batallón Rangers, se les encarga la inverosímil misión de rescatar de un
soldado llamado Ryan, pues en aquella época si el resto de sus familiares
(hermanos) morían en combate, el superviviente debía volver a casa. Las
vicisitudes sufridas por ese escuadrón hasta llegar a su objetivo son
desconcertantes y cada uno de los soldados que participan llega a sus límites
propios de cordura, pero siempre apoyándose unos a otros. El reparto engrandece
la película con actores míticos secundarios de la época como Tom Sizemore,
Edward Burns, Jeremy Davies y Barry Pepper en la mítica escena con el puto
francotirador alemán que se las hace pasar canutas en una de sus incursiones
por el país galo, sin olvidar a Giovanni Ribisi y Adam Goldberg. Sorprende ver
a Matt Damon como el soldado Ryan al que tienen que salvar y da nombre al
largometraje.
Spielberg da
instrucciones a parte del reparto.
Esta historia ayudó a
resurgir de sus cenizas el cine bélico y dotó a las demás películas de la
confianza suficiente para volver a llenar las salas de cine de la trágica
verdad del ser humano: en una guerra no hay vencedores ni vencidos.
Nominada a once
estatuillas doradas, consiguió cinco, entre ellas al mejor director (segundo
Óscar para Spielberg), mejor montaje y por supuesto, mejor fotografía, mejor
sonido y edición del mismo. "Shakespeare in love" le robó el premio a la mejor
película. Además de numerosos premios internacionales. Taquillazo y buena
crítica en términos generales. La opinión de este pajarraco creo que ha quedado
clara.
Y bueno, hasta aquí la
primera parte de esta visión particular del volador nocturno y fiel amigo de
Odín que tanto ama el arte del hombre que nunca dejó de ser un niño lleno de
sueños. En la siguiente entrega cerraremos las dos últimas décadas de este
estrenado siglo XXI por parte del director estadounidense donde se adentrara en
un cine más futurista en el que quiere claramente adaptarse a las nuevas
tecnologías y demostrar que su mundo sigue siendo referencia mundial en el
séptimo arte, sin dejar de lado historias reales de nuestro tiempo.
Espero no haberos
aburrido y siento muchísimo la ausencia durante todos estos meses. Mi plumaje
se ha visto afectado por ciertos problemas creativos y nuevas ideas para
avanzar en este nido de cuervos en el que me siento muy a gusto, pero a veces
necesito dejar por otras obligaciones mayores.
Hasta la próxima,
soñadores…
Fotos: Ramblin,
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(Twitter), Diario de Sevilla, Silvestre López Portillo/Critico de Cine,
Fotogramas, eCartelera, The Bearder Trio, La Voz de Galicia,
Itjurassickworld y historiaweb
Artículo escrito por Óscar Lamela Méndez
Ilustración realizada por María Pizarro
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