miércoles, 15 de diciembre de 2021

Primera experiencia de dos cuervos con una consola Sony Playstation 5

Un año, han pasado 365 días o más desde que mi cabeza intentó por activa y por pasiva convencer a mi mujer para que en las navidades de 2020 y a pesar de que era imposible por la falta de existencias, mi culo se sentara durante horas jugando a la nueva generación de consolas que ha marcado mi afición como Gamer desde que tengo uso de razón.

Para ser justos, debería retroceder a los años en los que empecé a comprobar que parte de mi vida la iba a pasar delante de una pantalla jugando a videojuegos. Tengo 44 años y llevo desde los 10 o 12 años disfrutando de una afición que creció en la Generación X a la que pertenezco. Primero en los famosos y añorados recreativos, luego en casa con un Amstrad a color de 64 k, la Mega Drive de Sega y de ahí, al maravilloso mundo de Playstation. Las he tenido todas. Todas gracias a mi esfuerzo, la Play One tras hacer un chapú y me costó 15 mil pelas de la época con chip incluido y de ahí en adelante todas y cada una de las demás sin piratear, con la anécdota personal de haber fundido dos Play 3 y haber destruido contra la pared más de un mando por culpa del Crash Bandicoot… correré un tupido velo en el apartado de joysticks.

Mi compañero Jesús Mesado y yo hemos luchado por este sueño que hace unos días se hizo realidad y que hoy hemos querido mostraros en este artículo especial. La idea fue suya y me pareció una frikada a la altura de nuestra categoría personal como jugadores. Debo decir que si la tengo, es gracias a él, su persistencia y tenacidad para conseguirla me sirvió no solo de información básica para creer en la posibilidad de tenerla, también su fe incondicional a que la tendríamos antes de navidades.

El camino ha sido largo, tedioso y lleno de obstáculos… no precisamente por nuestra culpa. Más bien, por ese bichito que lleva dando por saco desde el año que pasado y porque los chinos son como son. No voy a entrar en temas políticos.

Siempre hay que elegir en esta vida, ser de un bando. En el mundo de los videojuegos yo soy de Play, lo he dejado claro anteriormente. Pero después de un año, y tras salir corriendo de mi trabajo al día siguiente de la confirmación de que Game tenía mi PS5 que había reservado casi dos semanas antes, más aún.

Sensaciones. Os voy a ser claros. Sé que puedo sonar a psicopatía redomada, pero conforme me dieron la consola, sentí que crecía en mi interior un asesino en potencia si alguien se le ocurría robarme el aparato en cuestión de camino a casa. Al llegar y grabar el vídeo de su apertura y las imágenes que adjunto con este texto, me sentí como un niño con zapatos nuevos. Mi cara lo dice todo.

La he estrenado con el FIFA 2022. Es posible que al ser un juego de fútbol, no le haya sacado todo el partido que merece las características tan especiales que tiene el nuevo mando, pero la rapidez de carga, fluidez durante la navegación y la calidad de las imágenes en una pantalla de 4k, no tiene parangón. Evidentemente, jugar en ella de nuevo a The Last of Us 2 o Red Dead Redemption II, que para mí ya eran juegos sacados para esta nueva generación de consolas, tiene que ser una experiencia religiosa de verdad, no como la del puto Enrique Iglesias.

El precio, 670 euros. En Game, que fue mi caso te daban la consola (que pesa como The rock), dos mandos (uno blanco y otro negro) y los cascos oficiales. Por comprarla en el lugar que os he dicho y la acumulación de puntos, me he sacado el cargador oficial de los mandos por tan solo 7 euros, valiendo 30. En fin, que se abre un nuevo camino en el que avanzar como Gamer y sentir que los años no pasan por uno con un mando en las manos y que como dije hace 20 años: «Dejaré de jugar a las consolas cuando ya no vea o si quiera pueda aguantar el mando con mis manos».

Soy Gamer y lo seré hasta que me muera. Estoy muy, muy feliz.

Artículo escrito por Óscar Lamela Méndez


Más de un año con un runrún en mi cabeza diciéndome que debía conseguir una Playstation 5, porque llevaba jugando a la anterior desde finales de 2017, y puedo decir que fueron siete meses desde que me decidí dar el paso para conseguirla. Por un lado, vendiendo varias de mis antiguas consolas que ya no utilizaba y, por otro, apuntándome a un sinfín de listas de prereserva. Con infinita paciencia (algo poco habitual en mi) llegó la gran llamada de teléfono que ponía fin a mi larga y desesperante espera.

Yo llevo jugando a videojuegos desde los siete años, comencé con una Nasa (una réplica de la consola Nintendo NES) con unos pocos juegos, y varios años después me llegó el momento de poseer primero una Game Boy, y un año después una Mega Drive de Sega con un par de juegos. Mi primera experiencia con una consola de Sony vino en el año 2000, cuando conseguí una Playstation a cambio de un trueque por una tarjeta gráfica. Con esa primera Playstation pude disfrutar de maravillas como Final Fantasy VII y Final Fantasy IX (el octavo lo jugué en PC), una versión pirata y sin censura de Trill Kill, Driver, Metal Gear Solid, etc…

Después llegó la segunda Playstation, que la conseguí también por un trueque, y lo primero que hice fue adquirir Final Fantasy X y Kingdom Hearts. La experiencia fue maravillosa. Creo que es la consola que mas uso le he dado, y fue hasta tal punto que la quemé. Después llegó la tercera que lo más que disfruté fue de completar al 100% el archiconocido Grand Thef Auto 5 y algún titulo más. Y por ultimo la Playstation 4 que la conseguí con un plan renove de PS3, solo para jugar a juegos como The Last of Us 1 y 2, FIFA 19, Resident Evil 2 Remake, Dragon Quest XI y Final Fantasy VII Remake, y con el tiempo conseguí hacerme con una colección de más de 30 juegos.

Después de más de siete meses, al fin llegó el momento de dar el salto a la Playstation 5, gracias a MediaMarkt que fueron los primeros en llamarme para ir a por ella. Y como imagino que pensará mi querido amigo y compañero Óscar Lamela, ha sido un camino largo y arduo, pero que sin dudas ha merecido la pena, ya que poseer la última consola de Sony es como un sueño hecho realidad.

Y creerme, después de tanto tiempo jugar con ella produce una sensación de satisfacción que es muy difícil describir, sobre todo cuando he podido estrenarla con el juego que estaba el número uno en mi lista de «Must have», y quien me conoce sabe que hablo de «Final Fantasy VII Remake Integrade»

¿Qué puedo decir? Cuando hace poco menos de año y medio completé el juego original de PS4 al 100% tras ciento ochenta y dos horas en veinte días, justo en las primeras semanas de confinamiento por la pandemia. Los tiempos de carga eran enormes, pues que en PS5 son apenas inexistentes, y es una completa gozada que cuando abres el juego en apenas diez segundos ya estas dentro de la partida. Respecto al apartado visual el cambio quizá no es muy notorio, ya que la versión de PS4 exprimía al máximo la consola, pero la mejora visual en PS5, en especial con los efectos de iluminación te pone los pelos de punta. También, merece una mención especial el apartado visual de «Ghost of Tsushima» de PS5, que en PS4 no pude disfrutar, pero en esta nueva generación es impresionante y no puedo imaginar cómo se verá en una televisión 4K.

En cuanto a la consola me quedo con la fluidez de los menús, los escasos tiempos de carga y la comodidad del Dual Sense, por lo que estoy seguro que mi nueva Playstation 5 y yo vamos a pasar un buen tiempo juntos, disfrutando de un gran número de juegos. Y los primeros en la lista son los siguientes:

Final Fantasy VII Remake Integrade
Ghost of Tsushima
Jugment, Lost Judgment y Yakuza Like a Dragón
Jedi Fallen Order
Terminator Resistance Enhanced

Y por supuesto, FIFA 22, con su Modo Carrera y jugando siempre con la franja.

Para concluir solo puedo decir, que nos vemos en el siguiente artículo, o no… Todo dependerá de lo que diga mi nueva compañera de aventuras.

Artículo escrito por Jesús Mesado Sánchez

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