martes, 25 de octubre de 2022

Tim Burton, el Laberinto

En un tiempo muy lejano hubo una niña que soñaba con seres diferentes, no quería ser una princesa y no quería vivir igual que los demás. Un día descubrió un mundo mágico donde toda criatura tenía cabida, lo fantástico se fusionaba con lo terrorífico creando una perfecta armonía. Nada estaba fuera de lugar cuando a la misma vez lo estaba todo. Esa niña se alegró mucho de comprobar que existía un lugar justo a su medida que no todo es como se lo contaron, había más aparte del rosa, las muñecas, jugar a las mamas y los guaperas de turno. Había un universo que se podía construir fuera de lo normal y, así esa niña creó el suyo propio, junto con ese universo que descubrió siendo muy pequeña. Ese mundo que un señor llamado Tim Burton creó porque él también era un pequeño ser que creía en un mundo diferente al convencional y donde ser raro, diferente o único es lo más guay del mundo.



Un buen día siendo ya adulto el señor Burton hizo una exposición en su ciudad Madrid y, por su puesto ella tenía que verlo con sus propios ojos, porque sin su influencia nunca hubiera sido como es hoy, otra rara en este universo.

Entrar en esa exposición es como adentrarse en su mente, nunca sabes que encontraras. Se entra en grupos pequeños y tienes que ir eligiendo puertas, de esta manera cada experiencia es única, porque ahí puertas que conectan entre sí y otras que no. Según tus elecciones, puedes que dejes ciertas salas sin ver.


Se ve en más o menos una hora, pero durante esos minutos sientes ese espíritu de Burton en todo momento. Yo comencé con un grupo y terminé con otro por mi elección de puertas, pero la verdad es que la experiencia me hizo muy feliz. Sentí un chute de adrenalina enorme. Así que este Halloween, si podéis no dudéis e ir a verlo, porque es una experiencia que si no os cambia la vida os hará plantearos algunas cosas como me ocurrió a mí.

Felices lecturas y que disfrutéis de un gran Halloween.

Fotos: Madrid Teatro (cabecera) y Miriam Ojeda Portero.

Artículo escrito por Miriam Ojeda Portero

No hay comentarios:

Publicar un comentario